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Antiguo edificio de Hacienda en la plaza de Madrid. G. VILLAMIL
La antigua sede de Hacienda sale del letargo

La antigua sede de Hacienda sale del letargo

La Junta licitará este año el plan de reforma del edificio para contratar las obras en 2018 y ocuparlo con servicios propios

J. Asua

VALLADOLID

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Miércoles, 8 de noviembre 2017, 13:10

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Después de tres años cerrada, tras el traslado de la Agencia Tributaria a Villa del Prado, la antigua sede de la plaza de Madrid despertará de su letargo. La Consejería de Economía y Hacienda de la Junta de Castilla y León licitará, antes de que termine el presente año, el proyecto de reforma de este inmueble –fechado en 1930 y con 7.203 metros cuadrados construidos– para acometer una profunda obra de rehabilitación, que se contratará en el segundo semestre de 2018, según confirmaron ayer fuentes del departamento que gestiona Pilar del Olmo.

Desde su clausura, en octubre de 2014, han sido muchas las voces que han reclamado su ocupación. Las asociaciones de comercio, la CVE y el Ayuntamiento (que llegó a solicitar su cesión) han instado a que recupere el uso para mitigar la caída de actividad que la salida del centro de esta sede y la de la Seguridad Social han supuesto para los negocios de este entorno.

Cerca de 600 funcionarios trabajaban en los edificios de plaza Madrid y Gamazo, además del público que cada día acudía a ellos a realizar sus gestiones. Ese importante tráfico, que se traducía en dinero de lunes a viernes en tiendas, mercados como el del Campillo o La Marquesina y establecimientos hosteleros, se ha perdido, lo que ha supuesto una caída en las cajas del 35%, según se estimó en su momento.

Los técnicos del Ejecutivo autonómico han concluido la inspección del espacio para valorar su situación y planificar la intervención, pendiente aún de asignarle presupuesto. El análisis revela que presenta «un estado general de deterioro constructivo y de acabados interiores, así como la obsolescencia y precariedad en la dotación de instalaciones», que, sin embargo, no afecta a su estabilidad estructural, ni impide su recuperación para una nueva puesta en uso. El Gobierno regional tiene intención de ocuparlo con servicios administrativos propios, aún por determinar, que permitan continuar con la extinción de los alquileres que la Junta paga por algunas de sus oficinas repartidas por la capital vallisoletana.

Las obras contemplan un reacondicionamiento general de los espacios interiores –cuenta con un semisótano y cuatro plantas que se asoman a un gran patio central– para convertirlo en un inmueble más operativo y aprovechable. Además, se le dotará de equipamientos tecnológicamente avanzados para mejorar su eficiencia energética y se mejorarán sus condiciones de aislamiento térmico y acústico con el cambio de los cerramientos exteriores. Aunque entre 1999 y 2000 se rehabilitaron las cubiertas del edificio y se actuó en las fachadas para pintarlas y consolidar sus elementos ornamentales, no se ha abordado, entre otras obras necesarias, el cambio de ventanas, según aclaran en la Consejería de Hacienda, que abordará la reforma «con un exquisito respeto» a su catalogación y a su integración en este céntrico entorno.

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