Valladolid
La ampliación del centro de tratamiento permitirá reutilizar más de cien toneladas de basura al díaLa planta, inaugurada tras una inversión de 43 millones de euros, reducirá a la mitad la cantidad de residuos que llegan al vertedero
La vida útil de los residuos, que también tienen, comienza desde la bolsa de basura en casa. «Tirarlo al contenedor ya diferenciado es importante, porque ... eso facilita que se pueda actuar sobre los sólidos. Por eso hay que concienciar, para que lo que llegue aquí esté en las mejores condiciones posibles». La frase es del alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, y el «aquí» es el Centro de Tratamiento de Residuos (CTR). ¿Por qué importa cómo llegue la basura? Pues porque de eso depende en parte la facilidad para su posterior transformación en recursos, o la cantidad de residuos que luego acaban en el vertedero, lo que reduce el impacto medioambiental. Es decir, que la decisión que tomen los vallisoletanos a la hora de tirar la basura tiene sus efectos. Y ahora más.
Valladolid ha estrenado este martes la ampliación del Centro de Tratamiento de Residuos. Esto significa más capacidad para, precisamente, convertir los residuos en recursos. Antes, el 80% de la basura que llegaba terminaba en el vertedero, con lo que solo el 20% restante era susceptible de esta transformación. Ahora, los números se dan la vuelta. Lo que terminará en el vertedero pasa a ser el 40%, o sea que el número se reduce a la mitad, mientras que el resto se puede tratar. Del total de basura que llega al centro a lo largo del año, 160 mil toneladas, como ha concretado Javier Ruiz, director del CTR, el 25% se podrá transformar en recursos, mientras que el 35% restante se evapora en el proceso. Es decir, que el 60% de la basura de los vallisoletanos se tratará gracias a la ampliación.
La ampliación suma nuevos espacios para los trabajadores e incorpora un centro de I+D
Dicho de otra forma, la ampliación del CTR, que llega tras una inversión total de 43 millones de euros, podrá reutilizar 109 toneladas de basura cada día. «Uno de los recursos más importantes es que se consigue que la planta sea cien por cien autónoma desde el punto de vista energético», ha destacado Carnero. En concreto, el aprovechamiento integral del biogás tiene una producción prevista de unos 9,16 millones de normo metro cúbico -volumen de gas-. Cantidad suficiente para cubrir todo el consumo eléctrico del propio centro.
El proceso de la planta comienza en la nave de recepción y descarga, donde los vehículos vierten los residuos en fosos cerrados con atmósfera controlada y donde hay sistemas de captación de aire que reducen las emisiones de olores. Allí, los materiales se trasladan a las líneas de pretratamiento, donde se realiza la apertura, clasificación y separación de las diferentes fracciones de manera automática. La fracción orgánica se somete a procesos biológicos controlados en dos etapas para asegurar una estabilización higiénica del material y una reducción significativa de su biodegradabilidad, minimizando las emisiones de gases de efecto invernadero. «No solo aumenta su capacidad de tratamiento, redefine su modelo operativo hacia una instalación de referencia europea en eficiencia, automatización y sostenibilidad», ha destacado Carnero.
Colaboración ciudadana
La inauguración llega semanas después de la del vertedero, que comenzó a funcionar en verano tras una inversión de tres millones de euros. «Ahora ya no se recoge a granel, todo sale embalado y con fil retráctil. Esto permite que no haya fauna indeseada y que no tengamos olores», ha destacado el alcalde. Sobre esto último, el Ayuntamiento concreta que la reforma del CTR aborda también la eliminación de los malos olores que «históricamente» afectaban a la ciudad y al municipio de Zaratán. En cualquier caso, la vida útil de la capa del vertedero actual, que se «alarga» con la ampliación del centro de tratamiento, se concreta en siete años. «Con esto conseguimos un mejor vertedero, que llegue menos basura y en mejores condiciones», ha resumido Carnero.
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La ampliación cuenta también con un nuevo edificio destinado al personal del CTR -cien trabajadores-, organizado en espacios «amplios, luminosos y funcionales». Esto incluye vestuarios independientes de más de cien metros cuadrados, un comedor de 122 metros cuadrados y una sala polivalente de 102 metros cuadrados, todas ellas abiertas a un gran patio interior. Además incorpora un nuevo centro de I+D en residuos, concebido como una plataforma para el ensayo de tecnologías innovadoras y la colaboración con universidades o empresas del sector. «Además de seleccionar, recoger y generar recursos, estamos haciendo innovación».
Para conseguir todo esto, desde el Ayuntamiento hacen un llamamiento a la colaboración ciudadana. «Separar correctamente los residuos en el hogar es el primer paso esencial para que el sistema funcione. Gracias a esa implicación individual, Valladolid puede avanzar hacia un modelo de ciudad más limpia, eficiente y comprometida con el futuro». Carnero también ha destacado que el proyecto para el complejo, inaugurado en 2002, está generado por el anterior equipo de Gobierno y ha agradecido a la anterior concejala de Medio Ambiente, María Sánchez, por «toda la parte importante de llevar a cabo esta actuación».
El proyecto ha sido ejecutado bajo la concesión municipal de la UTE CTR Valladolid, integrada por FCC Medio Ambiente y Zarzuela S. A. Empresa Constructora, que también asume la explotación del servicio por un periodo de nueve años. La inversión se complementa en unas instalaciones de tratamiento de biorresiduos financiadas a través de una subvención de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, procedente de fondos europeos PRTR, por un importe de 3.418.484 euros, que junto a la aportación del Ayuntamiento, por un importe de 1.232.331 euros, ha supuesto que la inversión total de ambas administraciones haya sido de 4.650.815 euros.
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