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El cuartel de Portillo es uno de los más antiguos, con 105 años. R. Jiménez
Los alcaldes opinan: «Lo que necesitan nuestros cuarteles son más patrullas y guardias civiles»

Los alcaldes opinan: «Lo que necesitan nuestros cuarteles son más patrullas y guardias civiles»

Los alcaldes de los doce pueblos más pequeños que tienen puesto de la Benemérita en Valladolid celebran que continúen abiertos de lunes a viernes

J. Sanz

Valladolid

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Viernes, 2 de noviembre 2018, 22:33

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Los alcaldes de los doce municipios más pequeños de la provincia que cuentan con cuartel de la Guardia Civil tienen claro que lo que necesitan sus puestos «no es reducir los horarios sino reformarlos, mantenerlos y traer más patrullas y agentes para cubrir las vacantes» que impiden a los funcionarios realizar más servicios operativos de seguridad ciudadana. Los regidores de La Mudarra, Villalón, Mayorga, Mota del Marqués, Mojados, Portillo, Quintanilla de Onésimo, Piñel de Abajo, Esguevillas, Cogeces del Monte, Boecillo y Fresno El Viejo, pertenecientes al PP (6), PSOE(5) y Ciudadanos (1), celebran la decisión de la delegada del Gobierno, Virginia Barcones, de anular la orden del general Clemente García por la que sus puestos iban a pasar a abrir sus puertas un solo día a la semana. «Todos los alcaldes de la comarca estábamos muy preocupados por la decisión e, incluso, nos habíamos planteado salir a la calle a protestar si no llegan a dar marcha atrás en su decisión», apuntó José Ángel Alonso (PP), alcalde de Villalón (1.652 habitantes).

La regidora del mayor de los doce municipios afectados, como es Boecillo (4.104), María Ángeles Rincón (Ciudadanos), advierte de que «los recortes y la pérdida de servicios en el medio rural solo nos invitan a abandonar los pueblos más alejados de la capital» y recuerda que «el problema fundamental en cuanto a los cuarteles es la pérdida de efectivos que deben reponerse cuanto antes». Y en el mismo sentido muestra su opinión el regidor de Piñel de Abajo (183 habitantes), Fernando Sanz (PP), quien incide en que «lo que pedimos es que el cuartel continúe abierto esos cinco días y que se cubran las plazas que tienen vacantes, en nuestro caso, desde hace más de un año –así se lo hizo saber por carta a los dos últimos subdelegados del Gobierno–».

Áreas de influencia

Los doce cuarteles, la mitad de los existentes en la provincia (son 24 y la Comandancia de la capital), mantendrán su horario habitual de atención al ciudadano de lunes a viernes por las mañanas (de 9:00 a 14:00 horas), conforme a la decisión política adoptada por la delegada Virginia Barcones el jueves, el mismo día que entraba en vigor la reducción a un día. «Lo más sorprendente es que nadie nos ha informado de nada cuando hablamos de un servicio tan básico», lamenta el alcalde de Fresno El Viejo (927), Luis Miguel Muñumer (PP), quien añade que el mantenimiento de los cuarteles «no debe medirse en el número de habitantes de cada pueblo y de su área de influencia sino en el volumen de municipios a los que prestan servicio y las distancias hasta los puestos principales».

Otro alcalde, Adolfo López (PSOE), de Mojados (3.243), añade que la decisión adoptada por el general «pudo obedecer a un intento por sacar más patrullas a la calle restando horas de oficina» y, aunque puede entenderlo, aclara que «lo que deben hacer es mantener la atención y las patrullas con más agentes». Lo mismo considera Patricia Elisa Gómez (PSOE), regidora de Esguevillas (272):«Comprendemos los problemas que tienen para sacar patrullas, pero la solución no puede ser cerrar los cuarteles sino dotarlos de los agentes que sean necesarios».

Por su parte, Fernando Esteban (PP), alcalde de Cogeces del Monte (703), destaca que «la presencia física de los cuarteles y de los propios agentes en los pueblos más pequeños resulta fundamental como elemento disuasorio ante los robos en el campo y también para atender las demandas de los vecinos de un sinfín de localidades de su entorno evitándoles así desplazamientos diarios a otros puestos más alejados».

Cabe recordar, en este sentido, que solo cinco puestos principales, como son los de Laguna de Duero, Zaratán, Peñafiel, Tordesillas y Medina de Rioseco, están abiertos las 24 horas durante toda la semana. El resto, los diecinueve, abren exclusivamente de lunes a viernes por las mañanas.

«Sería un atropello cerrar nuestro cuartel o reducir su horario, como pretendían, ya que obligaría a los catorce pueblos de la comarca a recorrer más de cuarenta kilómetros hasta Rioseco», asegura el regidor de Mota del Marqués (373), Gerardo Hernández (PSOE), quien reitera, como el resto de alcaldes, que «quitar servicios o dejarlos morir poco a poco es acabar con los pueblos».

Esperas y distancias

El alcalde de Mayorga (1.618), Alberto Magdaleno (PP), va más allá al considerar que «la desaparición de los cuarteles nos convertiría aún más en ciudadanos de segunda por la falta de servicios» y añade que «no se puede pedir a nuestros vecinos que esperen siete días para poner una denuncia o alertar de un problema salvo que quieran recorrer más de cuarenta kilómetros para hacerlo».

Solo cuatro de los doce puestos acogen a familias con asiduidad

El estado de conservación, salvo contadas excepciones, de los doce cuarteles más pequeños de la provincia es «razonablemente aceptable», según explican sus alcaldes, si bien la mayoría lamentan que en solo cuatro de los doce puestos «viven las familias de los guardias con regularidad (Villalón, Quintanilla de Onésimo, Boecillo y Fresno El Viejo). En el resto se utilizan de manera muy esporádica. «Es una pena tener el cuartel vacío, aunque es cierto que los agentes viven con sus familias donde les resulta más cómodo», explica Juan Ignacio Álvarez (PSOE), alcalde de Portillo (2.435 habitantes), cuyo puesto, inaugurado en 1903, es de los más antiguos de España y «necesitaría una buena reforma». Sí está habitado el de Quintanilla de Onésimo (1.055): «Aquí tenemos a nueve familias en unos pisos que apenas tienen catorce años», concreta su alcalde, Carlos del Barrio (PSOE), quien destaca que «los agentes ofrecen un servicio fundamental gracias a su cercanía con los vecinos».

Los ayuntamientos, además, colaboran asiduamente con los guardias a la hora de llevar a cabo pequeñas labores de mantenimiento de sus acuartelamientos «sin pasar después la factura».

«Cerrar el cuartel sería un delito», concluye abiertamente Víctor González (PP), alcalde de La Mudarra (161), el pueblo más pequeño con puesto de la provincia, «cuando lo que hace falta es completar las plantillas y sacar más patrullas a la calle».

La propia Diputación aprobó en un pleno celebrado en julio «una petición formal, a propuesta del PP, para que cubrieran de manera urgente las vacantes de la Guardia Civil », recuerda su presidente, Jesús Julio Carnero, quien reconoce que «los alcaldes y la propia institución nos quedamos estupefactos cuando nos enteramos de que iban a reducir los horarios de la mitad de los cuarteles». Así que ahora aplaude la rectificación y considera que «lo ocurrido demuestra la falta de coordinación tremenda por parte del Gobierno». La Institución defiende que «se mantengan todos los cuarteles».

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