Agricultura solo ha autorizado 3.174 nuevas hectáreas de viña en la región desde 2015
En la pasada campaña, 538 viticultores, principalmente de Ribera y Rueda, solicitaron ampliar la superficie de plantación sin que se autorizara ninguna petición
Durante el último lustro, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAPA) ha autorizado a 1.532 viticultores nuevas plantaciones de viñedo en ... 3.174,3 hectáreas en Castilla y León, sobre todo en los territorios de Ribera del Duero y Rueda. Aunque lo cierto es que en ambas zonas se había solicitado mucha más superficie para producir uva, ha coincidido con años de limitaciones desde Europa y desde España, y de los propios consejos reguladores de Ribera del Duero y Rueda. Desde el ejercicio 2015-2016, han sido 2.876 los viticultores los que solicitaron plantar 13.556,32 hectáreas de viñas.
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Por ejemplo, en la última campaña de 2019 a 2020, hasta 538 agricultores mostraron su intención de plantar nuevas viñas para una superficie total de 1.734,20 hectáreas en Ribera del Duero, otras 9,27 en Rueda y 221,06 más en otras zonas vitivinícolas sin ningún tipo de limitación. Estas últimas se refieren a otras denominaciones de origen que no solicitaron limitaciones a la hora de la adjudicación de superficies. Sin embargo, no se ha autorizado ninguna de ellas.
Según los datos que maneja la Consejería de Agricultura y Ganadería, que es la encargada de tramitar las peticiones, de esas más de 3.000 hectáreas autorizadas desde el año 2015, se han inscrito ya 1.448,97, mientras que otras 297 se encuentran en proceso de certificación final, aunque los viticultores ya han comunicado a la Junta de Castilla y León que van a aumentar el número de cepas en sus territorios. Hay que tener en cuenta que una viña no comienza a producir hasta tres años después de su plantación, de manera que el viticultor no la inscribe hasta ese momento. No tiene sentido pagar la cuota sin poder obtener uvas.
Entre 2015 y 2019, las dos comarcas con más proyección nacional e internacional de sus vinos, Ribera del Duero y Rueda, se situaban a la cabeza tanto por el número de plantaciones solicitadas como por la superficie concedida e inscrita. En ese periodo, los viticultores de Ribera de Duero inscribieron 661,03 hectáreas de viña. Por otra parte, entraron a formar parte del registro de la DO Rueda 645,25 nuevas plantaciones. Además, en el resto de zonas vitivinícolas castellanas y leonesas se inscribieron 83,78 hectáreas.
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En el ejercicio 2015-16, hasta 433 viticultores solicitaron plantar 896 hectáreas en Ribera del Duero y otras 1.049 en otras zonas limítrofes. Finalmente, 385 agricultores recibieron luz verde para plantar 955,43 hectáreas en la región.
«Es una variedad muy noble, soy fiel a la tempranillo»
En la mayoría de las nuevas plantaciones, se apuesta por el viñedo en espaldera para facilitar la vendimia mecánica. Ese es el caso de las ocho hectáreas que acaba de plantar Ignacio Príncipe junto a su bodega de Fuensaldaña, en la Denominación de Origen Cigales.
El cambio de trazado en la carretera VA-900 hace unos años provocó que la parcela en la que se sitúa Bodegas César Príncipe quedara dividida en dos. Se construyó la bodega y se plantaron viñedos alrededor del edificio a la izquierda de esta carretera en dirección a Mucientes, mientras que a la derecha la tierra ha estado sembrada de cereal. Pero su propietario ha decidido que era el momento de plantar ocho hectáreas de tempranillo. «Es una variedad muy noble, soy fiel a la tempranillo», subraya Ignacio Príncipe. Estos días de atrás todavía se podía ver a los trabajadores poner los postes de la espaldera, un sistema de plantación que permite mecanizar la vendimia. Se trata de un suelo pobre con zonas de barro y otras de caliza, apropiado para la viña. «Veremos cómo evoluciona, aunque luego depende de como trates los viñedos y el vino».
Respecto a la situación que atraviesa la bodega a causa de la pandemia, Príncipe señala que no se puede quejar porque, aunque la facturación bajó el 30% por el cierre de los establecimientos de hostelería, «nos hemos movido mucho y hemos vendido a particulares, lo que nos ha dado trabajo a todos». De hecho, esta bodega no ha tenido que recurrir a ningún ERTE.
Al año siguiente, 634 viticultores estaban dispuestos a poner vides y 503 recibieron autorización. En Ribera del Duero, se pidió plantar en 2.407 hectáreas y se permitió hacerlo en 500. En el territorio de la DO Rueda, se quiso intervenir en 812 hectáreas, que se quedaron en 68. Hubo permisos para otras 56 hectáreas.
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En la campaña 2017-18, se autorizó plantar 1.473,39 hectáreas de viña. En 2018-19, fueron menos de la mitad, en concreto 705,48, y en los 12 meses siguientes no se autorizó ninguna plantación.
Derechos de plantación
El 31 de diciembre de 2015, desaparecía el sistema de derechos de plantación de viñedo y, un día después, entraba en vigor el cupo de disposición anual de plantaciones, que siempre tiene en cuenta que las concesiones nuevas no pueden superar el 1% del total de superficie de viñedo plantado en el país. A esta condición exigida por la Unión Europea se suman las restricciones que marcan los distintos consejos reguladores para establecer un crecimiento razonable. Al mismo tiempo, existen otras dos vías de plantación: la reconversión de los derechos históricos que tuvieran validez a 31 de diciembre de 2015 y el arranque de viñedos en unas zonas para plantar en otras, algo que se puede hacer desde cualquier punto del país.
Por lo general, las plantaciones de viñedo se acometen al año siguiente de haber recibido el permiso para plantar. En las nuevas plantaciones, se está apostando, en gran medida, por el viñedo en espaldera para facilitar las labores agrícolas y permitir una vendimia mecanizada.
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