Borrar
El acusado de rajar la cara a un hombre en un bar de Valladolid alega que la víctima se cayó sobre su vaso

El acusado de rajar la cara a un hombre en un bar de Valladolid alega que la víctima se cayó sobre su vaso

El herido, que sufrió graves secuelas, ratifica que el sospechoso le atacó con un botellín roto y el fiscal pide tres años y medio de prisión para él

el norte

Valladolid

Martes, 30 de enero 2018, 08:24

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El fiscal mantuvo ayer su petición de tres años y medio de prisión para Marcos Raúl G. M. por un delito de lesiones con deformidad cometido el 19 de noviembre de 2016 en un bar de la calle Quebrada, en La Rondilla, donde el encausado, a juicio de la acusación pública, cortó en la cara a otro varón durante una pelea tras romper un botellín de cerveza que utilizó contra la víctima a modo de cuchillo. La petición de condena, que incluye una indemnización de 21.850 euros para el herido y el pago de 182 euros a Sacyl, se mantuvo también invariable para su compañero de banquillo, C. J. A. L., a quien acusa de una falta leve de malos tratos y para el que pidió 450 euros de multa por sumarse a la pelea y golpear también al lesionado.

En la vista oral, celebrada ayer en la Audiencia Provincial, el presunto agresor, Marcos Raúl G. M., negó haber acometido con el botellín a la víctima y alegó que aquella noche de diciembre se encontraba fumando a las puertas de un bar en la calle Quebrada, en La Rondilla, cuando de repente llegó un individuo, en referencia al denunciante, que se «no se encontraba en su sano juicio e iba bebido y drogado». Según su versión de los hechos, fue la propia víctima la que le cogió por el cuello y al caer ambos al suelo se rompió el vaso que llevaba el primero en la mano, sin que pudiera explicar cómo los cristales alcanzaron a la víctima en el cuello, la cara y una oreja. Uno de los cortes, incluso, afectó a la rama temporal del nervio izquierdo e impide desde entonces al lesionado elevar la ceja, de ahí la agravante de deformidad aplicada por el fiscal.

Una testigo clave

El otro acusado, C. A. L., aseguró que no conocía a los dos anteriores y justificó que su intervención se limitó a separar a ambos contendientes, sin que en momento alguno golpeara al lesionado. «Me pareció una vergüenza que con toda la gente que había allí, nadie medió para separarlos», llegó a alejar ante el tribunal.

Por el contrario, el herido sostuvo que acudió al bar con su novia –ella ratificó su versión– y que al salir del local fue golpeado primero por Marcos Raúl y luego por su compañero de banquillo. «Salimos del bar porque una joven que conocimos allí –después declararía como testigo– nos lo aconsejó al percatarse de la llegada de ambos acusados, pues venían buscando camorra», declaró el lesionado, quien añadió que en un momento dado escuchó un ruido de cristales y acto seguido el principal inculpado le golpeó en la cara con un botellín de cerveza.

La prueba de cargo más importante esgrimida por la acusación pública fue la declaración de la citada testigo, presente aquella noche en el bar, quien confirmó de manera categórica que Marcos Raúl utilizó el botellín de cerveza, que había roto previamente, para herir a la víctima.

Las lesiones sufridas por el denunciante tardaron en curar treinta días, informa Europa Press.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios