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Alumnos de Arquitectura, uno de los grados que más ha perdido.
La Universidad de Valladolid pierde alumnos

La Universidad de Valladolid pierde alumnos

La caída más acusada este año se ha producido en Ingenierías y Arquitectura

Antonio G. Encinas

Jueves, 29 de diciembre 2016, 08:26

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La barrera de los veinte mil ha quedado atrás. No hace tanto, apenas doce años, que se cruzó la de los treinta mil. Y por lo que se deduce de la tendencia demográfica y de matriculación, recuperar estudiantes va a ser complicado. La Universidad de Valladolid, según los datos del Sistema de Información Universitaria, cuenta con 19.836 alumnos en estudios de grado. En solo un año han caído otros setecientos que han terminado por romper el umbral psicológico de los veinte mil.

Tiene que ver, en este caso, que ha empezado a disminuir de manera notable la matrícula en los cursos de adaptación al grado desde las licenciaturas. Algo que tuvo su momento de gloria para acabar de trasvasar estudiantes desde los planes antiguos a los actuales, ya adaptados al Espacio Europeo de Educación Superior o, más coloquialmente, plan Bolonia. De hecho, según las estadísticas, en Valladolid se ha pasado de los 370 alumnos matriculados en cursos de adaptación en el 2015-16 a los 257 del actual. La UVA ofertaba este curso, entre sus cuatro campus, 637 plazas en los cursos puente (322 en Valladolid, 190 en Soria, 120 en Palencia y 105 en Segovia).

La UEMC repunta

  • La Universidad Europea Miguel de Cervantes parece haber encontrado la senda adecuada para volver a las buenas cifras de matriculación en grados oficiales que tenía en los cursos 2006-07 y 2007-08, cuando rozó los 1.500 matriculados, según los datos del Sistema de Información Universitaria. En el actual curso se han matriculado 1.401 alumnos en los estudios de grado que oferta la privada vallisoletana, lo que supone que ha aumentado en casi doscientos respecto al curso anterior y consolida un crecimiento continuo desde el curso 2013-14. El fuerte de las universidades privadas está en su flexibilidad. Aunque hay titulaciones ya clásicas en la UEMC, como puede ser la de Periodismo, la implantación de algunos títulos como Criminología ya oficial o la gran apuesta en titulaciones inéditas en la región, como Odontología, han permitido a la institución encontrar su propio espacio. Además, en el curso 2014-15 se comenzaron a impartir de forma online o semipresencial Periodismo, Administración y Dirección de Empresas y Publicidad, además de un máster. A día de hoy oferta cinco grados y tres másteres universitarios en esas modalidades, lo que le permite acceder a un tipo de estudiante diferente, como los profesionales que buscan actualizar su formación, por ejemplo. Según explicó la rectora Imelda Rodríguez Escanciano en la apertura del curso 2014-15, la cifra de estudiantes de la Miguel de Cervantes se sitúa, en total, por encima de los dos mil matriculados, ya que hay que sumar los de máster y los títulos propios de la Universidad.

Estas cifras llegan justo el año en que las universidades de la región han firmado el pacto de titulaciones con la Consejería de Educación. Por un lado, las públicas y, por otro, las privadas. Y certifican que hay áreas más propensas al declive que otras, tal y como sospechaba el consejero, FernandoRey, cuando pidió que los grados con menos alumnos realizaran un plan de viabilidad. No porque la Junta quiera suprimir grados, insistió, sino porque aquellos que no tengan un plan a medio plazo acabaran desapareciendo por su propia falta de peso.

En la Universidad de Valladolid, la caída más acusada este año se ha producido en Ingenierías y Arquitectura, donde se han perdido 321 alumnos respecto al curso anterior. Le siguen de cerca las carreras de Ciencias Sociales y Jurídicas, con 251 matriculados menos, y Artes y Humanidades, donde se han contabilizado 137 estudiantes menos. Por contra, en Ciencias se han ganado 15 alumnos, lo que confirma una tendencia al alza que comenzó con el repunte de grados como Física y la buena aceptación de los dobles grados de Física y Matemáticas y Estadística e Informática. En Ciencias de la Salud se cubren prácticamente todas las plazas que se ofertan porque año tras año son los estudios más demandados junto con los de Periodismo. Así, en el curso 2015-16 se contabilizaron 2.867 estudiantes y en el actual hay 2.881. La cuestión es: ¿existe solución?

¿Por qué?

Y la respuesta es compleja. Para empezar, porque universidades generalistas y ancladas a su territorio como son las de Castilla y León apenas atraen estudiantes de fuera. Se nutren fundamentalmente de los jóvenes de la localidad y las provincias limítrofes, y eso hace complicado pescar en otros caladeros en los que sí lo hacen, por ejemplo, universidades de Cataluña o Madrid.

La demografía castellano y leonesa hace complicado que se pueda subsistir en determinados grados solo con los estudiantes de casa. El presidente del Consejo Social, Gerardo Gutiérrez, aventuraba en sus líneas estratégicas una posibilidad, la de la formación continua de profesionales y egresados. Cada vez más es necesario en el mundo laboral una continua actualización de competencias y conocimientos, y la Universidad puede encontrar ahí una vía de ingreso de otro tipo de estudiantes.

Ocurre algo similar con los estudios online. La UVA llega tarde a una modalidad, la de los estudios en línea o semipresenciales, a la que las universidades privadas han sabido adaptarse con mucha rapidez.

Tampoco tiene presencia, de momento, en las plataformas de MOOC (Cursos Abiertos Masivos Online).Lo hará en breve, una vez que se ha firmado el convenio para utilizar la plataforma Miriadax, propiedad de Telefónica, pero aún no hay ningún MOOC disponible de la Universidad de Valladolid.Esto, más allá de que tampoco supone una fuente financiación excesiva solo se paga si se quiere obtener un certificado de superación, sí permite tener una cierta visibilidad, especialmente de aquellos estudios en los que se cuenta con especialistas reputados.

En cuanto a los grados con pocos alumnos, planes como los dobles grados se han mostrado eficaces en algunos casos. En otros, lo que falla es la labor de educar a los futuros estudiantes, que en muchas ocasiones no ven más allá de cuatro opciones porque desconocen qué salidas profesionales les pueden deparar estudios que ahora mismo se consideran casi marginales.

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