El edificio de cristal y madera propuesto por el Arzobispado de Valladolid ocuparía parte de la plaza de los cipreses, junto a los restos de la colegiata

La Catedral proyecta un edificio de cristal junto a la colegiata para ampliar su museo

El Arzobispado ya ha presentado al Ayuntamiento la propuesta para la plaza de los cipreses

J. Asua

Domingo, 7 de agosto 2016, 10:04

Nuevo proyecto para la Catedral de Valladolid tras la instalación del ascensor panorámico, que permite la visita a la torre coronada por la imagen del Sagrado Corazón. El Arzobispado ha presentado al Ayuntamiento un estudio para adosar al complejo de la seo un edificio de cristal y madera con el objetivo de ampliar el espacio expositivo del templo y abrir así una nueva entrada a la Iglesia Metropolitana a través de la plaza de la Universidad.

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La pasada semana el obispo auxiliar, Luis Argüello, acompañado del deán, José Andrés Cabrerizo, y de representantes de la Asociación Amigos de la Catedral, mantuvieron una primera reunión con los concejales de Cultura y Urbanismo, Ana Redondo y Manuel Saravia, respectivamente, en la que les comunicaron sus planes para sacar el máximo provecho a la conocida como plaza de los cipreses.

Se trata de la construcción de un inmueble rectangular acristalado que ocuparía aproximadamente la mitad de este espacio, que ahora únicamente se abre en contadas ocasiones, la última con motivo de la ordenación del prelado auxiliar, cuando se colocaron unas pantallas para seguir la ceremonia.

El propio Argüello desveló ayer que este nuevo volumen, que pretende ser respetuoso e integrar los vestigios de la antigua colegiata de Valladolid en una combinación de historia y modernidad, tiene como finalidad esponjar la muestra de las obras de arte religioso que alberga el principal templo de la ciudad.

Ejemplos de éxito

En la memoria que se ha elaborado se ponen los ejemplos de las reformas del Archivo Municipal, enclavado en la antigua iglesia de San Agustín, y del Museo Patio Herreriano, un espacio que aprovecha parte del antiguo Monasterio de San Benito, para avalar los buenos resultados de este tipo de intervenciones, siempre que se hagan con el máximo cuidado con el patrimonio.

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El proyecto, en el que ha intervenido la Fundación de Las Edades del Hombre, plantea que en este nuevo edificio, que daría a la calle Arzobispo Gandásegui, se pueda ofrecer al visitante una visión integral de los avatares históricos en este céntrico entorno de la capital, desde la construcción de la colegiata medieval que mandó erigir el conde Pedro Ansúrez, fundador de Valladolid, hasta el proceso de edificación de la incompleta Catedral por parte del arquitecto Juan de Herrera.

El inmueble se convertiría en la entrada principal del Museo Diocesano y Catedralicio de Valladolid, un espacio expositivo inaugurado en 1965 gracias al impulso del arzobispo José García Goldáraz, que se emplaza en los restos arquitectónicos restaurados de la Catedral vieja y la colegiata medieval.

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Más de 450 piezas

En un conjunto de once capillas funerarias se exponen más de 450 piezas entre esculturas, pinturas, orfebrería, marfiles, ornamentos y demás obras procedentes en su mayoría del tesoro catedralicio y de parroquias extinguidas de la provincia. Entre las más importantes destacan el Ecce Homo de Gregorio Fernández y la Custodia de Juan de Arfe. La idea de Arzobispado es dotar de mayor realce al patrimonio artístico que alberga la seo y convertir en un referente turístico el principal templo de la ciudad.

La intervención urbanística obligaría a retirar al menos una de las hileras de cipreses que se ubican en este entorno con los que se buscó representar los pilares del templo originario.

Desde el Ayuntamiento se han mostrado dispuestos a estudiar a fondo la propuesta del Arzobispado, aunque en el área de Cultura y Turismo no ocultan ciertas reticencias a levantar un nuevo volumen en este espacio, que, en su opinión, podría generar un impacto visual negativo en un enclave tan reconocible del casco histórico. Por ello no descartan proponer que se abra una nueva entrada al museo por la plaza de los cipreses sin que conlleve una edificación añadida y manteniendo su aspecto actual.

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El proyecto, que ya está redactado, tendrá que pasar, además, el exigente filtro de la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Castilla y León al estar catalogado el complejo religioso como Bien de Interés Cultural, lo que se traduce en una especial protección.

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