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Valladolid vacía las calles en verano, pero mantiene las tiendas abiertas

Valladolid vacía las calles en verano, pero mantiene las tiendas abiertas

La crisis y la competencia complican a los comercios colgar el cartel de 'cerrado por vacaciones' más allá de una semana

silvia lópez carpizo

Domingo, 31 de julio 2016, 08:48

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Cuando llevas viviendo un tiempo en una ciudad como Valladolid, hay cosas que empiezas a dar por sentado: que del invierno al verano no hay estación intermedia, que a partir de octubre vas a pagar un pico por la calefacción (porque no usarla no es una opción), que las nieblas serán reinas y señoras de la ciudad en noviembre y que las calles se quedarán desiertas en el mes de agosto. Pero, ¿y la situación del comercio? ¿Tomarán los cartelitos de cerrado por vacaciones las puertas y escaparates de los establecimientos de la capital a partir de este lunes, 1 de agosto?

Las cifras hablan: aunque las ventas se reducen durante este mes, solo el 2% de los pequeños y medianos comercios de Valladolid cierran durante el octavo mes del año. Así es que el aplastante 98% restante no pueden ignorar los ingresos, grandes o pequeños, que comporta el mes de agosto. No se lo pueden permitir, dicen en la Cámara de Comercio.

Y no solo es cosa de la crisis. En la época de vacas gordas, antes de 2008, la tendencia ya apuntaba a mantenerse abiertos durante todo el verano, con la salvedad de algún fin de semana, muchas veces coincidente con la festividad del 15 de agosto. Este no es el caso de la fábrica del gigante francés Renault, cuya producción se mantiene paralizada religiosamente cada año en este mes y no abre hasta septiembre.

En lo que se refiere a lo público, salvo algún caso extremo que se ha dado en alguna ocasión el cierre no es tampoco una opción. Hay pausa... con condiciones. Las normas fijadas para la administración evitan que las oficinas queden totalmente vacías y exclusivamente a cargo de manos inexpertas. Sin embargo, la baja sustitución de empleados y el consiguiente reparto de la carga de trabajo convierte las vacaciones en un infierno para los que se quedan. Entre las diversas causas encontramos la inconfundible huella de la crisis y sus estragos: el número de empleados públicos se vio reducido en el 6,2%. En Castilla y León, son 5,8 puntos porcentuales. Y si a esto le sumamos el factor verano...

Quizás el lector pensará que no es tan grave cuando se trata de esperar sentado en la salita hasta que llamen para renovar el DNI, pues eso es cuestión de paciencia y, en ese contexto, nadie se muere por esperar. Pero no. El problema es cuando la reducción de empleados y el incremento de los tiempos de espera se dan en asuntos que no entienden de horas, minutos y segundos; en urgencias que surgen sin previo aviso a obligan acudir a los hospitales. «La repercusión es obvia: mayor congestión de las listas de espera cuando se reanudan los servicios, complicaciones en las urgencias, el personal ya de por sí escaso apenas da de sí para el volumen que acude en busca de atención médica...», dicen desde los sindicatos médicos.

Supuestamente, el reparto de personal en estas fechas se hace en previsión de una menor afluencia de pacientes. Sin embargo, la realidad es diferente. Es cierto que sí se reducen las visitas al hospital para cirugía, por gripes u otras incidencias habituales de épocas más frías. Sin embargo, durante los meses de verano, especialmente en agosto, son las víctimas de la operación salida, las olas de calor, los accidentes en piscinas o en las fiestas de los pueblos los que necesitan de los hospitales. Y para todos ellos los medios desplegados son, según denuncian desde los sindicatos, insuficientes. Y a pesar de todo, hablamos de Valladolid, que gracias al escaso turismo veraniego no tiene que lamentar demasiada sobrecarga.

Y el Ayuntamiento, bajo mínimos

  • La mayoría de los ediles ha elegido la primera semana de agosto para sus vacaciones y el lunes solo habrá en el tajo tres de los nueve integrantes del gobierno municipal Manuel Saravia (Urbanismo), Victoria Soto (Educación)y Ana Redondo (Cultura). Óscar Puente y María Sánchez se incorporarán el día 7. El resto, el 12.

La situación también se nota en las calles, con un evidente descenso del tráfico... Porque, pese a todo, hay mucha gente que escapa estos días de la capital. Por ejemplo, a los pueblos de la provincia. El Ministerio de Hacienda ha elaborado otros años una Encuesta de Infraestructuras y Equipamientos Locales y concluye que, durante estos meses de verano, la población flotante de los pueblos vallisoletanos crece en 149.117 personas. Ese incremento se produce con la llegada de hijos pródigos que tuvieron que emigrar para hallar un trabajo... pero también hay casos de habitantes de la capital con casa o familia en alguno de estos pueblos que acude a Valladolid a trabajar y luego, por la tarde y noche, vuelve al pueblo para dormir.

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