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Manuel Nieto y José Antonio Santos, rumbo a China.
Cómo llegar en coche a China desde Valladolid

Cómo llegar en coche a China desde Valladolid

Dos amigos arquitectos preparan un viaje en coche (y contra el reloj) que les llevará desde Valladolid a China

Víctor Vela

Martes, 26 de abril 2016, 20:33

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La ruta comenzó a dibujarse el 18 de enero, en Orense, en una aldea abandonada en cuya reconstrucción trabajan Manuel Nieto (Valladolid, 1984) y José Antonio Santos (Segovia, 1987), cuerpo de arquitectos, mente de soñadores, alma de aventureros.

¿Y qué pasó ese día?

Estábamos en un ambiente natural fantástico, un paisaje estupendo. Era enero, pero hacía un sol radiante. Doce grados. Era todo tan... que nos dio por pensar.

¿Pensar el qué?

Que hay que disfrutar más de esos momentos. Que hay que dejarse llevar por las locuras. Que hay que salir de la burbuja en la que vivimos, liberarse del abrazo de la comodidad. Salir ahí afuera.

O sea, hacer maletas sin colocar la rutina junto al pijama y el calcetín. Facturar equipajes sin dejar espacio a la rutina. Encender motores y lanzarse a la carretera, «vivir el durante del viaje, sin pensar en el destino». Llegar, tan solo, al lugar más remoto que se pueda alcanzar en coche. Del cercano Poniente al Lejano Oriente.

El destino será China. Pekín, con toda probabilidad. Tal vez Shanghái. «Depende al final de la disponibilidad de los vuelos de regreso». La idea es la siguiente:coger un coche, conducir hasta China contra el reloj, tres semanas y coger allí un avión de vuelta. «Compraríamos el billete antes de salir. Así que el objetivo es estar allí a tiempo para no perder el vuelo», explica Manuel.

El proyecto está todavía en fase embrionaria. Quieren viajar en el verano de 2017. Pero ya han empezado a buscar apoyos y patrocinios (su correo es jaspgg@yandex.com) para una aventura de 13.000 kilómetros que les llevará por Francia, Bélgica, Holanda, Alemania, Polonia («La idea es atravesar Europa cuanto antes») y después Bielorrusia, Rusia, Kazajistán, Mongolia, China por fin («Y esto hacerlo con más tranquilidad»). Una ruta que les permitirá evitar los países en guerra... y aprovechar de paso la Exposición Universal que se celebrará el próximo año en Astaná (capital de Kazajistán) para participar, si es posible, en algunas de las actividades que allí se organicen.

Lo más importante ahora, dicen, es encontrar el coche idóneo, tal vez de carrocería antigua, pero con «mecánica fiable». «Vamos a atravesar desiertos y montañas, cruzaremos el Himalaya y evitaremos las autopistas y carreteras principales. Habrá amplísimos territorios sin talleres a los que acudir en caso de avería. Por eso buscamos un motor y piezas resistentes», indican Manuel y José Antonio, conscientes de que habrá noches al raso en su periplo euroasiático. «Lo importante es carburante y agua, el resto ya se verá», dicen.

Yal llegar, ¿qué pasará con el coche? «Nuestra idea es donarlo a alguna ONG», aseguran este par de arquitectos, en pleno diseño del gran viaje de sus vidas.

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