El PP pierde en Valladolid uno de cada tres votos y Podemos queda a 9.771 del PSOE
Ciudadanos se convierte en la tercera fuerza y disputa a los populares los barrios jóvenes
Víctor Vela
Miércoles, 23 de diciembre 2015, 06:48
Era todo azul. Todo. Así que no fue muy difícil en 2011 preparar el mapa con la distribución por barrios del voto en la capital. El PP conseguía el 51,5% de los sufragios, más de la mitad, y teñía la ciudad de azul. Desde Covaresa a La Rondilla. De La Victoria hasta las Delicias. ¡Hasta las Delicias! Todo era territorio conquistado por la gaviota. Callejero pitufo. La ciudad enterita de azul PP.
Pero eso fue hace cuatro años.
Ahora, en 2015, hay que ponerle más colores a la cosa. El cambio de tonalidad ya se empezó a notar en las pasadas municipales, cuando aquellos barrios que tradicionalmente habían votado a la izquierda volvieron a ruborizarse. Fue el caso de toda la zona este (Delicias, Pajarillos, Pilarica y Belén, Las Flores, La Rondilla, San Pedro Regalado). Aquí el PSOE bajaba votos, sí, pero en menor medida que el PP, que se desplomaba y permitía a los socialistas convertirse en la lista más votada y nutrir de apoyos a la candidatura de Óscar Puente, quien, con el respaldo de Toma la Palabra, consiguió trenzar una Alcaldía de izquierdas para la ciudad.
Ahora, en las generales, con los partidos emergentes en las tertulias y también en las urnas, el reparto se hace más complicado. Y las formaciones tradicionales sufren. El PP ha perdido 29.319 apoyos en la ciudad (casi un tercio de los reunidos en 2011). El PSOE ha cedido 13.931 y cae a los niveles más bajos de la historia democrática de los socialistas en unas generales. Apenas 40.626 votos. Osea, entre los dos se han dejado por el camino 43.250 papeletas. Si se suman las 4.067 que ya no votan a IU llegan a las 47.317. Y están también los 13.440 que han dejado a UPyD en la estacada.
Así que detrás de todos estos vecinos desencantados, al acecho, preparados para coger tanto voto desilusionado, estaban Podemos y Ciudadanos. Entre los dos han conseguido 63.267 apoyos. ¿Esto qué supone? Pues que los nuevos partidos recogen lo que pierde la vieja guardia (también sube ligeramente el partido animalista Pacma) y además consiguen atraer a más ciudadanos a las urnas. El nivel de participación en estas elecciones generales fue del 78,62%, casi punto y medio más que en 2011. Y, además de la abstención, han bajado los votos nulos (-650) y en blanco (-1.362).
¿Cosemos todo esto? Pues ahí están los hilos del desplome del PP, de la caída histórica del PSOE, del auge de Ciudadanos (tercera fuerza con 32.412 votos) y del tirón de Podemos (30.855). Todo ello borda un mapa con más colores... y con barrios en los que la tonalidad no está del todo clara porque hay formaciones que casi comparten la primera posición una vez acabado el recuento.
El Partido Popular sigue siendo la lista más votada en la mayor parte de los barrios. Eso sí, ya no puede presumir de avasallar a sus rivales. Hace cuatro años, superaba en 19 barrios el 50 % de los votos. Ahora solo en cuatro. En algunas zonas su dominio era casi absoluto, con porcentajes que rondaban el 70%. En el entorno de la Plaza Mayor, Campo Grande o Caño Argales, casi siete de cada diez sufragios eran para el partido de Mariano Rajoy. Ahora, la zona con más apoyo al PP es la de la plaza de España, con el 55% (once puntos menos que hace cuatro años). La caída, con ser importante en el centro, se ha dejado sentir con más dureza en barrios más jóvenes. En Parquesol ha pasado del 50,1% de 2011 al 32,85%. Es una sangría brutal. Similar a la que se produce en Villa de Prado (del 50,1% al 29,72%) o en Covaresa y Parque Alameda. En estos barrios, al sur de la ciudad, el PP ha pasado de un porcentaje de voto del 52% (una de cada dos papeletas era para Rajoy) a conformarse con una media del 33%.
Los populares bajan, así, en todos los barrios y en todas las mesas. Incluso en sus urnas fetiche. La más generosa con Mariano Rajoy (sus candidatos locales, en realidad) ha vuelto a ser la de la calle Recoletas. De 471 votos emitidos, 344 son para el PP. El 73,04%. Sí, es un porcentaje alto, altísimo. Ningún otro partido logra un respaldo así en otra zona de la ciudad. Pero es que el PP ha alcanzado aquí porcentajes del 85%. Así que, si en su oasis particular empieza a dejar de llover votos... Hay otros colegios electorales con especial querencia por el PP, como la oficina municipal de la Plaza Mayor, el colegio de Lourdes o el García Quintana, todos ellos con respaldos superiores al 60%. Los más críticos con la labor de Rajoy están en las urnas del Antonio Machado (Pilarica), el Narciso Alonso Cortés (Pajarillos) y el centro cívico Delicias, con cifras que no llegan al 17%. Y luego veremos por qué. Allí son la cuarta fuerza más votada... e incluso en una urna de Pilarica caen a la quinta posición, superados también por UnidadPopular-IU.
El PSOE tampoco estápara tirar cohetes. Ha logrado 40.626 votos. Son 2.035 más de los que Óscar Puente obtuvo en las municipales... pero 13.931 menos de los que Rubalcaba recaudó en 2011. Es el peor resultado del PSOE en unas generales. Pero se mantiene como la fuerza más votada en barrios que tradicionalmente han lucido la etiqueta de obreros. Sus mejores porcentajes de voto los consigue en La Rondilla (importante crecimiento desde las locales), Las Flores, Barrio España y Pajarillos. También Pedro Sánchez es el candidato preferido en San Pedro Regalado y Pilarica. Su paraíso está en una urna del centro cívico Delicias (Sánchez lo visitó para un mitin en precampaña), donde consigue el 56% de los votos.
Pero el PSOE no logra recuperar este barrio como el partido más votado. Sin duda, el perfil de los residentes de las zonas por donde crece el barrio (el entorno del Río Hortega), más volcado en Ciudadanos, incide en este hecho. Pero el PSOE sufre especialmente en el centro. Hay 26 mesas electorales (en San Benito, Núñez de Arce, El Campillo, el García Quintana) donde ni siquiera logra una de cada diez papeletas. El problema que tienen tanto el PSOE como el PP es que ya no se benefician del trasvase mutuo de los desencantados. Ahora, el que abandona estas siglas, tiene otros caladeros donde echar las redes. El partido de Albert Rivera se ha hecho fuerte en los barrios donde el PP dominaba en 2011 con más claridad. Podemos ha crecido especialmiente en barrios con tradicional voto de izquierdas.
Ciudadanos. La formación de Albert Rivera se alza con la tercera posición en Valladolid (es la cuarta en el conjunto nacional). Logra 32.412 votos (fueron 12.655 en las municipales). Osea, casi 20.000 más y con el caso Presencio el edil expulsado del partido por triplicar los niveles de alcoholemia en un control de por medio. Ciudadanos alcanza su mejor marca (además de en Fuente Berrocal) en Villa de Prado. El joven barrio le otorga el 29,97% de sus apoyos y la formación naranja se queda a tan solo unas décimas de alcanzar al PP (29,72%) y convertirse allí en la primera fuerza. Ciudadanos brilla más en aquellas zonas en las que Podemos no ha conseguido capitalizar el voto descontento. Es el caso de Covaresa, Santa Ana, Las Villas... y también el centro. En el cogollo de la ciudad, el voto de castigo contra el PP se ha desviado con absoluta claridad hacia Ciudadanos, segundo partido más votado (por delante del PSOE y Podemos) en San Pablo, Caño Argales o La Antigua. Las urnas que acumularon más votos para la escuadra naranja (el 30%) estaban en el colegio El Peral, las Cortes de Castilla y León y la Universidad Miguel de Cervantes.
Podemos.El partido de Pablo Iglesias saca músculo en barrios que históricamente habían votado socialista. El trasvase se ve muy clarito en zonas como Pajarillos, La Rubia o La Victoria. Y también está Delicias, uno de los tradicionales feudos del PSOE. El importante respaldo que obtiene la formación morada (cercano al 18%) muerde de forma descarada al partido de Pedro Sánchez (y al PP). Y lo hace hasta tal punto que consigue que debilitados sus adversarios el PP se convierta allí en la lista más votada. En estos barrios obreros la suma de las izquierdas supera el 50%, pero lo hace de una forma tan fragmentada que los populares se aprovechan de esta circunstancia. Los peores resultados para las listas podemitas se dan en aquellos barrios donde el PP mantiene su fortaleza, como la plaza de España y CampoGrande, además de urbanizaciones como Fuente Berrocal, Santa Ana o el Pinar de Antequera.
Las urnas donde Podemos canta victoria están en el este de la ciudad. Hay cinco mesas electorales (dos en el colegio Narciso Alonso Cortés, otras dos en el Antonio Machado y una en el centro cívico Pilarica) en las que se han convertido en la lista más votada. Y en ellas, además, Unidad Popular-IU obtiene algunos de sus mejores resultados en la ciudad. Es cierto que estos barrios (Pajarillos y Pilarica) habían mostrado tradicionalmente su simpatía hacia los partidos de izquierdas (más a la izquierda del PSOE), pero el respaldo se ha acentuado incluso desde las pasadas municipales. En ello ha actuado como palanca la pasarela que Adif levantó para salvar el paso a nivel de Pilarica y que contó con la beligerante oposición de los residentes de la zona. Las visitas (en los días previos a la campaña) de JuanCarlos Monedero y Alberto Garzón para ver en persona esta estructura parecen haber surtido efecto e incentivado el voto para sus partidos en estos barrios. Donde menos quieren a Podemos es en una urna del colegio Sagrado Corazón, en la calle Joaquín Velasco Martín (Huerta del Rey), donde solo obtiene el 3,69%.
Unidad Popular-IU ha sufrido el auge de Podemos, que le come la partida en muchas zonas. La formación de Garzón pierde 4.067 voto. Aun con ser importante, es un descenso menor al registrado en el conjunto del país. El papel de Toma la Palabra y su labor en el Gobierno de la ciudad puede influir, pero parecen muy, pero muy lejanos los 22.259 votos que obtuvieron en las municipales.