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j. s.
Miércoles, 7 de octubre 2015, 14:56
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Las patrullas de la Guardia Civil de Tráfico recorren desde ayer cada hora el tramo de la autovía de Madrid (A-6) en el que se registraron sendas colisiones múltiples en las tardes del domingo y del lunes, con un intervalo de 24 horas, para intentar prevenir accidentes en el caso de que los agentes observen la formación de una nube de polvo como las que causaron los siniestros, en los que perdió la vida una mujer y otras 17 resultaron heridas, todas ellas, de carácter leve. A esta medida se suma la limitación temporal de la velocidad a ochenta kilómetros por hora de los 120 reglamentarios en el tramo de ochocientos metros lineales, entre los kilómetros 152 y 151, en el que se registraron los aparatosos siniestros en el término de Medina del Campo.
Las colisiones, a juicio de la directora general de la Dirección General de Tráfico (DGT), María Seguí, fueron «imposibles de prever» dado que ambas, según reflejan los atestados, se originaron de manera repentina al formarse una «densa nube de polvo y arena que redujo la visibilidad a cero» en un instante. «Se debieron a una situación concreta que no era predecible ni previsible», incidió ayer la responsable de la DGT antes de añadir que «solo cabe felicitar a los conductores por su buen comportamiento» al adaptar la velocidad a los complejas circunstancias de la vía, lo que hizo que la colisión del domingo con cuarenta coches y camiones implicados «terminará en un gran atasco con colisiones menores». Al día siguiente, sin embargo, tres alcances consecutivos en el mismo punto y en idénticas circunstancias le costaron la vida a una mujer gallega de 37 años.
Composición de los suelos
¿Qué medidas van a adoptar las administraciones competentes Fomento y la propia DGT para intentar evitar futuros siniestros? Pues, al margen de las patrullas y la limitación temporal de la velocidad, la Dirección General de Tráfico acordó ayer encargar la realización de sendos estudios sobre el terreno para «desvelar la conjunción de factores que hicieron posible la invasión de la calzada por una nube de arena» y, en cuanto tengan los resultados, «adoptar las medidas preventivas ante episodios como los ocurridos».
El vuelco de un camión, que transportaba una decena de caballos, provocó en la madrugada de ayer una singular escena en una carretera comarcal próxima a Santa Eufemia del Arroyo, en Tierra de Campos, ya que dos de los equinos se escaparon y tuvieron que ser capturados. Los agentes tuvieron que vigilar la vía durante más de una hora para evitar posibles accidentes. No los hubo.
Los hechos tuvieron lugar a las 2 30 horas, cuando el vehículo pesado se salió de la calzada de la Cl-602 (Villalpando-Medina de Rioseco) y volcó a la altura de Santa Eufemia. Tanto el transportista como los animales, que finalmente fueron capturados, apenas sufrieron lesiones leves fruto del impacto. La carretera recuperó después la normalidad.
El primer estudio, que correrá a cargo de los especialistas del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, se centrará en inspeccionar los terrenos que lindan con la autovía con el fin de intentar concretar las causas de la formación de la nube de polvo. El segundo, más concienzudo y de tipo «edafológico así se llama», lo realizarán los técnicos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y del Instituto Tecnológico Agrario (ITACyL), quienes analizarán «las parcelas en las que se produjo el arrastre de arenas para determinar la composición de los suelos». Los resultados de ambos estudios serán analizados por la Comisión Provincial de Tráfico para determinar, sí es posible, los protocolos a seguir ante episodios similares a los registrados el domingo y el lunes a la misma hora las tres y media de la tarde.
La Aemet, entre tanto, realizará un seguimiento de las circunstancias meteorológicas en este punto concreto para intentar avisar con antelación suficiente de la previsión de rachas fuertes de viento en este paraje de la A-6, como las que el domingo y el lunes alcanzaron los 65 kilómetros por hora y levantaron la arenisca acumulada en los arcenes de la autovía que enlaza La Coruña y Madrid. La nube de polvo que se formó fue tan densa que los conductores que circulaban por este tramo relataron después que creyeron estar «dentro de un ¬huracán».
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