Valladolid-León, una cumbre inédita con vocación de futuro

Más allá de alguna cuestión demográfica y de las ambiciones territoriales de UPL, lo cierto es que a Valladolid y a León les unen más cosas de las que las separan. Por buscar un dato estadístico reciente. El índice industrial de Valladolid es un 1,342% del total nacional, según el Instituto Nacional de Estadística. El de León, un 1,305%.

Las dos tienen universidades públicas (12.000 alumnos en la ULE, 24.000 en la UVA). Tienen periódicos centenarios (El Norte, 161 años; Diario de León, 109). También aeropuertos, y bases militares aéreas, y un gran número de leoneses que viven en Valladolid y vallisoletanos que residen en León.

Y ahora las dos son ciudades Ave.

Así que Óscar Puente y Antonio Silván, que tanto monta, han decidido aunar fuerzas para «sumar». Para que Valladolid y León dejen de ser realidades separadas (y enfrentadas). El acercamiento se pactó, dijeron ayer en Onda Cero, en un momento. «Siempre hemos tenido buena relación cuando él era consejero de Fomento y yo concejal de Valladolid y me ha demostrado siempre que es cabal y quiere lo mejor para su tierra. Además es generoso y quiere lo mejor también para Valladolid y para toda Castilla y León», explicaba Óscar Puente.

Será porque el leonés Silván era tan vecino de Valladolid que inauguró, como consejero de Fomento, la ronda VA-30 hace poco más de un año. «El alcalde de León tiene una visión privilegiada de lo que es León y Valladolid porque es un leonés que ha estado al frente de una Consejería muy importante, como la de Fomento», admitió Puente. Y como no quieren malos entendidos que enturbien esta recién nacida buena vecindad, fue Puente quien se apresuró a llamarle en cuanto decidió no subirse al Ave en el estreno oficial de la ruta a León. «La primera llamada que hizo cuando tomó la decisión de no subir a ese Ave la recibí yo», reconoció el alcalde leonés, que no quería interpretaciones sesgadas de este hecho. «Tiene que ser la normalidad que dos grandes ciudades de Castilla y León estén juntos. Juntos llegamos más lejos», aseveró Silván.Y sin embargo esa normalidad es noticia porque no resulta nada normal. Nunca antes, ni con Javier León de la Riva ni con Tomás Rodríguez Bolaños al frente del Ayuntamiento vallisoletano, se había producido esta minicumbre entre dos capitales que distan 141 kilómetros. Largos, sí, porque eso de la autovía A-61 se ha quedado, de momento, en dos flecos a los lados sin contenido en medio, pero cercanos.

Precisamente la autovía será una reivindicación conjunta. Como podrían reclamar actuaciones urgentes, de las que conllevan partidas económicas en los presupuestos, para sus soterramientos.

Juntos es mejor, dicen. Que no tiene nada que ver, claro, con Junts pel sí, pero que también es una declaración de intenciones. Aunque lo primero es el símbolo. El trabajo vendrá después, como dijo Puente. «Uniremos fuerzas para muchas cosas, no sé si hay un planteamiento pensado. Me apetece estar en León junto a su alcalde y conocer las cosas de León». Y luego, trabajo y reivindicación.

El alcalde de León, Antonio Silván, h brindado esta mañana un caluroso recibimiento a su homólogo de Valladolid, Óscar Puente, en la sede del Ayuntamiento de la capital leonesa, en un encuentro que se ha calificado como histórico por ambos regidores. Puente ha salido a las 8:10 horas de Valladolid en un tren Alvia y ha llegado a su destino a las 9:21 horas.El primer edil ha viajado en un vagón de la clase turista junto a su jefe de gabinete, Nacho Herrán, quien llevaba un pequeño obsequio para el anfitrión: tres botelllas de vino de las denominaciones Ribera, Cigales y Rueda, un queso, unas pastas y dos libros sobre la historia de Valladolid.

Tras compartir un rápido desayuno en la cafetería Pasaje, en la calle Alfonso V, los dos alcaldes han subido a la sede municipal. Después de posar para los medios en el despacho del alcalde de León, Silván ha sacado a Puente a la terraza de la Casa Consistorial para enseñarle la ciudad.

En este momento ambos matienen una reunión de trabajo, a la que seguirá un paseo por la ciudad, que culminará con la visita a la Colegiata de San Isidoro, donde atenderán a los medios de comunicación.