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Detectan billetes falsos de 50 euros en bares de las cercanías de Valladolid

Las falsificaciones son fácilmente detectables, pero los timadores se valen de la distracción para colocarlos

Antonio G. Encinas

Viernes, 24 de julio 2015, 10:13

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No es una gran falsificación. Ni siquiera trata de acercarse a todas esas medidas de seguridad excepcionales que el Banco Central Europeo ha inaugurado con el billete de 20 euros. Sin embargo, sus billetes falsos de 50 euros pueden colar. Así le ha sucedido al dueño de un bar del alfoz que se encontró con la falsa moneda colada en la caja registradora cuando se disponía a hacer cuentas.

Era un billete idéntico, en apariencia, al resto de los de cincuenta euros. Algo más desgastado, eso sí, pero con el mismo tamaño y color.La firma que aparece no es la del actual presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, ni la del anterior, Jean Claude Trichet, sino la del primero que figuró en los billetes de la moneda única, Willem F. Duisenberg. Por lo demás, varios aspectos delatan su condición de falso.El método «toque, mire, gire», con el que este organismo anima a comprobar la autenticidad de los billetes, corrobora su carácter a la primera. No hay marca de agua impresa en el lado izquierdo del billete, ni se aprecia al trasluz. Tampoco se observa el hilo de seguridad, aunque eso es más complicado de comprobar a simple vista. Algunas zonas de los billetes auténticos están impresas en relieve las letras sobre la firma o la barra junto a una de las estrellas, que no tiene en el falsificado.Y los hologramas no muestran la imagen ni los colores que deberían cuando el billete se gira para recibir la luz desde otro ángulo, como recomienda el BCE.

¿Cómo es posible, entonces, que una imitación tan burda pase por auténtica? Por el modo utilizado para colocarlo. Normalmente en bares o comercios sin detectores de billetes, tan usuales en los hipermercados, por ejemplo. A ser posible, con algo de barullo en ese momento. Y entonces comienza el enredo. Primero piden una consumición no demasiado cara.Después, pagan con el billete de cincuenta euros mientras distraen al camarero pidiéndole alguna otra cosa, como un vaso de agua, o preguntándole por una dirección o por la máquina de tabaco. Se trata de que quien recibe el billete no tenga tiempo de meterse en comprobaciones, y como el papel está desgastado y el color es muy parecido, acabe en la caja. Recogen la vuelta y a buscar el siguiente comercio.

Los billetes de 50 euros aún no han renovado su diseño, como sí han hecho los de 5 y 10 euros y como harán los de 20 euros a partir del próximo 25 de noviembre. Pertenecen a la llamada Serie Europa y refuerzan las medidas de seguridad para evitar las falsificaciones.

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