La investigación y el empleo, las apuestas de los rectores de la UVA y la UEMC

Aterrizaron a la vez. Uno, Daniel Miguel, tras una larga campaña electoral contra tres contendientes. La otra, Imelda Rodríguez, por decisión de un Consejo de Administración que buscaba un nuevo impulso para una universidad privada estabilizada. Pasado el primer año de mandato, sus decisiones marcan ya cuál será la tendencia de ambas instituciones. El rector de la UVA lo dejó claro cuando decidió aunar la dirección del Parque Científico y de la Fundación General bajo un Vicerrectorado de Innovación Tecnológica y Desarrollo que dejó en manos de Celedonio Álvarez. Una apuesta por la investigación, tanto para atraer y desarrollar talento como para que los grupos de investigadores puedan conseguir proyectos europeos, que son hoy por hoy los que conllevan una dotación económica interesante. En cuanto a la rectora de la Miguel de Cervantes, iniciativas como UEMCEmprende o el Servicio de Empleo y Prácticas en Empresa definen su apuesta por lograr la máxima empleabilidad de los alumnos.

Ambos han chocado con una realidad económica incontestable. En la pública, por los recortes y las limitaciones al gasto; en la privada, por la crisis que padecen en primera persona las familias. Y además se han encontrado con un añadido con el que no contaban: la reforma de la duración de los grados iniciada por el ministro Wert antes de su marcha. De los 4+1 (cuatro años de grado y uno de máster o especialidad) que se impusieron con Bolonia a una propuesta de 3+2 que, además, se ha dejado al albur de las universidades. Los rectores agrupados en la CRUE (Conferencia de Rectores de Universidades Españolas) decidieron aplicar una moratoria de dos años antes de convertir en realidad el decreto Wert, pero el tiempo pasa y es algo sobre lo que ambos rectores ya están trabajando. Qué grados son susceptibles de reducir su duración, cómo hacerlo, qué másteres implantar para complementar la formación... Y, sobre todo, analizar qué hará el resto de las universidades. Y no solo de Castilla y León, claro.

La competencia feroz de las 12 universidades madrileñas seis privadas y seis públicas obliga a las dos vallisoletanas a ponerse al día. Los dobles grados han sido una apuesta compartida por UVA y UEMC a la que los alumnos han respondido. También la enseñanza online es una veta a explorar en los próximos años, aunque en este apartado ha sido la Miguel de Cervantes la que ha dado el primer paso, y con éxito en el caso del MBA (Máster en Administración de Negocios). Pasos pequeños que habrán de afianzar en los tres años que aún les restan de mandato.