‘Enemigo asimétrico’ y prensa
Cinco alumnas de la Universidad Miguel de Cervantes participan en un ejercicio para aprender sobre los riesgos del periodismo de guerra
Jorge Moreno
Viernes, 12 de junio 2015, 17:41
No hubo fuego real, pero sí tensión con fusiles de asalto del Ejército de Tierra, humo de botes y la intervención de un enemigo asimétrico islamista en conflicto. Las miradas de Clara, Viviana, Andrea, Alicia y Leticia lo decían todo. Protegidas con cascos y chalecos antibalas, estas cinco estudiantes del último curso del Grado de Periodismo y Comunicación Audiovisual de la Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC), vivieron este jueves en primera línea las dificultades de informar o captar imágenes en un conflicto armado. Todo muy lejano a las redacciones tradicionales, y en donde para un combatiente el objetivo de una cámara equivale a la mira telescópica.
Sus anfitriones fueron mandos de la Academia de Caballería de Valladolid, con el director del centro, el coronel José María Castaño, al frente. El escenario, el viejo polvorín vallisoletano de Sardón de Duero, cerrado hace más de dos años por el Ministerio de Defensa, pero que ahora se utiliza para los ejercicios de los alumnos de la escala de Suboficiales y Oficiales de Tierra.
«El objetivo de este ejercicio es adiestrar a los alumnos de la Academia sobre las dificultades y riesgos que tienen en las zonas de guerra, en las que España está presente por mandato de Naciones Unidas o de la OTAN», explica el comandante García Bernardos.
La instrucción consistió en un proceso de diálogo-negociación de los militares españoles con autoridades civiles locales de un país árabe, en donde se debe no sólo adoptar medidas de seguridad ante ataques, sino también evitar malos entendidos o choques culturales.
Para que la situación fuera todo lo más real posible, catorce militares de Zaragoza, pertenecientes a la unidad OPFOR, simularon ser ese posible adversario local. Sus arengas y gritos a los soldados infieles, los reproches a los mujeres que vestían de caqui, o las burlas por ocupar su territorio, sirvieron para generar ese supuesto clima de tensión, que los futuros sargentos y tenientes deben controlar sin apretar el gatillo.
«Son perfectos actores pero también militares profesionales que dependen del Centro de Adiestramiento de San Gregorio y conocen lo que puede pasar porque también lo han vivido», comenta un teniente coronel que, junto a otros mandos presentes en el polvorín, han participado desde los años 90 en misiones en Bosnia, Iraq, Líbano o Afganistán. Y así lo certifican.
Las futuras periodistas, o reporteras gráficas, que saldrán de la UEMC comprobaron con esta práctica cómo es por dentro una estructura militar, los medios con los que se cuenta y las dificultades que se tienen en misiones de paz para graduar el uso de la fuerza. Su labor, luego, será informar con rigor.
Convenio del año 2012
Las cinco alumnas de la UEMC empezaron su participación en la tarde del miércoles y, tras un curso básico de seguridad, fueron empotradas en las unidades organizadas con los alumnos de la Academia. Desde esa jornada fueron partícipes en primera línea, y de manera ininterrumpida, de todos los simulacros de asalto, manifestaciones, y checkpoints (puestos de control que se establecen en zonas de conflicto como el Líbano), alarmas y demás actuaciones de la unidad de Zaragoza. Durmieron y comieron incluso en dependencias militares, y se las enseñó a buscar nuevas fuentes de energía para mantenerse en alerta y hacer su trabajo periodístico.
En el año 2012, la Academia de Caballería y la Universidad Miguel de Cervantes suscribieron un convenio de colaboración para realizar este tipo de prácticas, en las que tanto futuros mandos militares como alumnos de periodismo aprenden a moverse en zonas de conflicto.