Una fiesta barroca evoca junto al río Esgueva las riñas de los poetas de la Corte

Y de un telón de lluvia sale Góngora, con su nariz como paraguas, para atacar con versos al río Esgueva: «Jura Pisuerga, a fe de caballero, que de vergüenza corre, colorado, solo en ver que de Esgueva acompañado ha de entrar a besar la mano a Duero». Un sucio compañero, declama después. Un caudal perezoso lo llama a voz en grito ante más de cien personas, el auditorio que ha acudido hasta el Prado de la Magdalena para disfrutar de la fiesta barroca con la que se abre el ciclo cultural En junio, la Esgueva, un enjambre de actos organizado por ocho asociaciones vecinales de Valladolid con el objetivo de rescatar el valor de un río vituperado por Góngora.

Pero ojo, que ahí está don García, un poeta pucelano, dispuesto a defender el Esgueva de todos. La compañía Pie Izquierdo, con la colaboración de actores de Corsario y Libera Teatro, pusieron ayer por la tarde en escena una representación inspirada en los textos de Pinheiro da Veiga, un portugués que en su obra A fastiginia describíacómo este Prado de la Magdalena hoy escenario teatral era en el siglo XVII un lugar de recreo para los vallisoletanos, el espacio en el que se celebraban comidas populares, festejos, recitales musicales con la casa de las chirimías como decorado y las fiestas de San Juan y de San Pedro como excusas principales para la jarana.

«El escenario es fantástico», explica Esther Pereira, quien junto a Víctor Cerezo, Luis Miguel García, Eva Vallespino y Anahí Van der Blick se han puesto en la piel de unas damas cortesanas que ven la pugna entre Góngora y los rapsodas vallisoletanos.«Los poetas madrileños querían que la Corte volviera a Madrid y por eso no ahorraron palabras en su contra», apuntan los intérpretes, quienes tuvieron que acelerar el final de la obra por la tormenta caída desde las 20:00 horas. El ciclo cultural, organizado por ocho asociaciones de vecinos, prosigue el domingo 7, a las 12:30 horas, con poesía en el puente de la tía Juliana.