Alumnos del instituto La Merced analizan los retos educativos y sanitarios de La India

Hay una línea tan invisible como injusta que marca el umbral de la pobreza, los ingresos mínimos que ha de manejar una persona para sobrevivir (a veces malvivir),y que en la India apenas alcanza las 30 rupias al día. O sea, 50 céntimos de euro. «Esto afecta a cerca del 30%de la población», lo que traducido supone más de 350 millones de personas. «Y el problema es que, aunque las autoridades han fijado ahí el límite, en realidad hay muchas más personas en situación de pobreza». Lo explican alumnos de tercero de Secundaria de la Merced, que ayer por la mañana participaron en la sexta edición de las jornadas que el instituto dedica al país asiático y que tuvieron lugar en la Casa de la India. Un centenar de estudiantes diagnosticó los principales retos a los que ha de hacer frente el país. «La sanidad y la educación lastran el desarrollo de una economía emergente».

La radiografía coordinada por el profesor Luis Carretero muestra cómo la India dedica tan solo el 1%de su Producto Interior Bruto (PIB) a sanidad. «Y en la mayor parte de los casos, es para mantener los hospitales y pagar las nóminas de los médicos, no para la atención directa de la población», alertaron los alumnos, quienes apuntaron también la baja penetración de las vacunas infantiles, la malnutrición, la alta mortalidad infantil (por partos fuera de las clínicas)o la pobre trama de ambulatorios rurales. A eso se une una endeble red educativa, con pocos colegios y maestros, lo que deriva en unas altas tasas de analfabetismo (más elevada entre las chicas).

Eso sí, como contrapunto, la India cuenta con importantes expertos universitarios educados en institutos especializados, por ejemplo en Estadística. «Este análisis nos ha servido para comprobar la importancia que la sanidad y la educación tiene en el desarrollo de un país», concluyeron los estudiantes. La jornada con la que el instituto pretende «acercar a los alumnos otras culturas sin caer en los estereotipos» incluyó además un análisis sobre la presencia de la India en la publicidad, una semblanza de las diosas del hinduismo (a través de la figura de Saravati) y la lectura del poema Gita Govinda, a cargo de los alumnos de primero de Bachillerato.

La Casa de la India (en Puente Colgante) albergó esta actividad como refuerzo al programa educativo de esta entidad, que a lo largo del curso implica a más de 3.000 estudiantes (desde Infantil a la Universidad) en conferencias, talleres y encuentros vinculados con el país asiático. «La idea es mostrar la sociedad milenaria y contemporánea de la India con una perspectiva multicultural», explican en la Casa de la India.

Pero ojo, que ahí está don García, un poeta pucelano, dispuesto a defender el Esgueva de todos. La compañía Pie Izquierdo, con la colaboración de actores de Corsario y Libera Teatro, pusieron ayer por la tarde en escena una representación inspirada en los textos de Pinheiro da Veiga, un portugués que en su obra A fastiginia describíacómo este Prado de la Magdalena hoy escenario teatral era en el siglo XVIIun lugar de recreo para los vallisoletanos, el espacio en el que se celebraban comidas populares, festejos, recitales musicales con la casa de las chirimías como decorado y las fiestas de San Juan y de San Pedro como excusas principales para la jarana.

«El escenario es fantástico», explica Esther Pereira, quien junto a Víctor Cerezo, Luis Miguel García, Eva Vallespino y Anahí Van der Blick se han puesto en la piel de unas damas cortesanas que ven la pugna entre Góngora y los rapsodas vallisoletanos.«Los poetas madrileños querían que la Corte volviera a Madrid y por eso no ahorraron palabras en su contra», apuntan los intérpretes, quienes tuvieron que acelerar el final de la obra por la tormenta caída desde las 20:00 horas. El ciclo cultural, organizado por ocho asociaciones de vecinos, prosigue el domingo 7, a las 12:30 horas, con poesía en el puente de la tía Juliana.