La Sagrada Cena procesiona entre cánticos y peticiones

La Cofradía Penitencial y Sacramental de la Sagrada Cena de Valladolid salió de nuevo a la calle en la tarde del Jueves Santo en la que es su procesión titular o de regla de la Semana Santa. Lo hizo escoltada por la Policía Municipal, padrino de honor de Jesús de la Esperanza, y con los sones de Pasión de su propia agrupación y de la Banda Municipal de Pedrajas de San Esteban, que le ha acompañado cada Jueves Santo durante los últimos 22 años.

Los 250 cofrades de la Sagrada Cena volvieron a la calle después de un intenso y especial Miércoles Santo en el que sacaron en andas por primera vez a Jesús de la Esperanza en el 75 aniversario de la fundación de la cofradía. La imagen, de Juan Guraya, volvía ayer a su carroza y le seguía La Sagrada Cena, del mismo escultor. La comitiva enfiló la calle desde la iglesia de San Pedro Apóstol, en Real de Burgos, en dirección a la iglesia de Nuestra Señora de las Angustias. Allí salió a su encuentro la Virgen de las Angustias, en uno de los momentos más emotivos del desfile, que logró congregar a multitud de personas. Tras el canto de la Salve, la procesión continuó hasta la plaza de Federico Wattemberg donde, frente al Museo Nacional de Escultura, tuvo lugar un acto de reflexión sobre la Eucaristía. Después se dirigió a la iglesia de Santa Clara de Asís, donde las hermanas del Convento, cofrades de honor desde el año pasado, dedicaron cánticos, peticiones y un acto de oración a Jesús de la Esperanza desde el coro alto. La procesión concluyó en San Pedro Apóstol, donde se celebró la Hora Santa y los cofrades velaron al Santísimo durante toda la noche.