Objetivo, más de 28.500 turistas en Valladolid

Los soles, acompañados por temperaturas que alcanzarán hasta los 21 grados, ilustran la cuadrícula de predicciones de la Agencia Estatal de Meteorología para la próximos días en Valladolid. Esos soles son sinónimo de turistas, de negocio. La capital afronta su semana grande con una buena previsión de visitantes. Según los datos facilitados por los responsables de la Oficina Municipal de Turismo, en 2014, cuando el tiempo también acompañó y permitió celebrar 32 de los 33 cortejos religiosos programados, los diferentes puntos de atención a los foráneos registraron un total de 28.500 personas, que llegaron a Valladolid para conocer sus procesiones, y los hoteles se apuntaron 18.000 pernoctaciones durante los diez días de la Pasión. La estabilidad en el clima, que se pronostica ya desde hace días en telediarios y webs especializadas, podría elevar estas estadísticas. Y con ello incrementar un impacto económico que el pasado año alcanzó los 2,6 millones de euros en la ciudad, según los cálculos del Administración Local.

Dos son las señales para realizar este augurio. Primera, los hoteles más céntricos rozaban a día de ayer el 100% de ocupación para el Jueves y Viernes Santo, según los datos aportados por el sector y, por primera vez, los técnicos municipales del área de Turismo están inscribiendo con más de una semana de antelación participantes para las diferentes rutas guiadas que ofrece el Ayuntamiento. «El año pasado participaron en estos recorridos 1.760 personas y ya tuvimos que duplicar y triplicar visitas en rutas, pero nunca se había reservado con tanto tiempo», subrayan.

La expectativas entre los hosteleros son más que buenas, hasta el punto de

que Jaime Fernández, presidente de la asociación, asegura que podría ser una Semana Santa «espectacular» si se cumple lo apuntado en la cuadrícula antes citada. «Esperamos que hoteles, restaurantes y bares puedan repuntar después de un inicio de año desastroso; han sido meses muy complicados en los que se ha notado la ausencia del tirón de Pingüinos», recalca este hostelero para quien lo más importante es que Valladolid «recupere el ambiente». «Si, además, la temperatura permite colocar las terrazas en la calle, mejor que mejor», añade Fernández, quien da mucha importancia a los visitantes-excursionistas de localidades limítrofes, esos que vienen, siguen uno o dos cortejos, comen o cenan y regresan a sus lugares de origen.

También las cofradías esperan un lleno total. De hecho, han incrementado en 450 las localidades para seguir los desfiles en la Plaza Mayor, debido a la alta demanda que se registró el pasado año. En total, se ofrecerán 2.350 plazas con precios que oscilan entre los 10 y 15 euros, mientras que otras 1.150 sillas se reservarán para colaboradores y patrocinadores. Este año se ha llegado, además, a un acuerdo con la Asociación de Empresarios de Alojamientos Turísticos de Valladolid para que éstos adquieran localidades de tribuna para la procesión general del Viernes Santo con el fin de facilitar un servicio completo de reserva. Desde la Junta de Cofradías confirman que el ritmo de venta está siendo bueno y la estimación es volver a colgar el cartel de no hay billetes.

Como es habitual, la Concejalía de Cultura y Turismo refuerza desde hoy sus servicios con cuatro puntos de atención Recoletos, Fuente Dorada, calle Santiago y Catedral en los que trabajarán 15 personas. El programa que se ofrece para completar el turismo de procesiones es variado. Hasta el 5 de abril, los visitantes pueden apuntarse a cualquiera de los veintiún recorridos programados para conocer la ciudad y su historia. A las rutas teatralizadas de Fantasmas, Santa Teresa o el Teatro Calderón, se suman recorridos protagonizado por el escultor Gregorio Fernández, que acompañará a los turistas en la ruta Imagineros y Cofradías; y Juan de Herrera, que hará lo mismo por el centro histórico de la villa, donde se ofrece también la posibilidad de subir al techo del casco histórico en el ascensor de la Catedral.

El Museo Nacional de Escultura también se sumará abriendo sus puertas de manera gratuita todas las tardes para que vallisoletanos y visitantes puedan disfrutar del patrimonio de tallas que alberga una ciudad que ofrecerá en sus pastelerías el Postre del Penitente, un dulce a base de el hojaldre, chantilly , crema pastelera, nata montada y azúcar fondant, ideal para endulzar las esperas entre procesión y procesión. Ahora solo queda que la previsión meteorológica se cumpla.