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El rector, de espaldas, durante la reunión
La UVA empieza a caminar «con cautela» hacia los grados de tres años

La UVA empieza a caminar «con cautela» hacia los grados de tres años

Los decanos y directores de escuelas técnicas apuestan por homologar la duración de las carreras en toda España

Antonio G. Encinas

Martes, 10 de febrero 2015, 12:29

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Si la reforma de Wert tiene confundidos a los estudiantes, a sus padres los que apoquinan los créditos que valen másteres y grados y a los rectores, los responsables de facultades y escuelas tampoco se libran del barullo. El rector de la Universidad de Valladolid,Daniel Miguel, se reunió con ellos para explicar en qué consistía esa reforma en la duración de los grados auspiciada por el ministro de Educación. En realidad el rector también buscaba tener una primera valoración de quienes rigen el día a día de estudiantes y profesorado.Y lo que se encontró fue una reacción de incomprensión generalizada.

En primer lugar, porque todos consideran inoportuno el momento en que se ha aprobado esta reforma. Un ejemplo lo ponía Fernando Villafañe, decano de Ciencias. «Hasta ahora los másteres han sido un desastre porque se han ofertado antes que los grados, y se han ofertado a gente de licenciatura». Y es que en carreras técnicas han sido pocos los que han cerrado ya la primera graduación del plan Bolonia, el de los cuatro años de grado y uno de máster (4+1). «Los de grado que han ido a curso por año han acabado en junio», explica Villafañe.

Benjamín Sahelices, director de la Escuela de Ingeniería Informática, compartía el criterio de su vecino de campus. «Hacerlo en este momento, cuando no se han acabado de poner en marcha los planes de Bolonia, no se han verificado los títulos... Nosotros hemos graduado algunos estudiantes, pero muy pocos, los que llevan curso por año. Y esos no son la mayoría».

Esta queja de la inoportunidad choca, sin embargo, con la realidad de la aprobación del decreto.Y con algo que escama a los rectores de las universidades públicas. Algunas privadas ya han anunciado que van a aprobar grados de tres años en cuanto tengan ocasión, sin esperar a completar la moratoria aprobada por la Conferencia de Rectores. «Es como un pacto de caballeros que se respetará o no, y depende de lo que haga uno puede poner a todos los demás a correr», explicaba gráficamente Carlos Moriyón, decano de Educación.

Ocurre, por otro lado, que existe un aspecto ineludible en este 2015, y son las elecciones generales. «Todo está un poco en el aire esperando ver qué pasa en las elecciones. Parece que se empieza a decir por ahí, desde el PSOE, que si llegan al poder derogan todo esto, y no es cuestión de ponernos a trabajar enseguida y hacer cosas que no valgan, sino trabajar paso a paso y ver esto como una oportunidad de mejorar la calidad de los títulos», admite Moriyón.

Así que la recomendación del rector a los gestores de las facultades y escuelas fue que se pongan a trabajar de inmediato pero con cautela. «Se trata de pulsar qué sensación hay y cuando se dé el pistoletazo no quedarnos quietos viendo cómo todo se desmorona», añade el decano de Educación en Valladolid.

Jesús Ángel Pisano, de Ingenierías Industriales, explica de qué modo piensan comenzar a trabajar las diferentes ramas. «El primer paso es a través de la conferencia de directores dentro de cada área, para intentar ponernos de acuerdo, porque no es razonable que Ingeniería Eléctrica sea de cuatro años en Bilbao y de tres en Valladolid», señala.

Ese es otro de los puntos que ha desagradado a los responsables de la Universidad de Valladolid. El hecho de que la duración de los grados vaya a depender, en última instancia, de cada comunidad autónoma, se les antoja un retroceso inaceptable. «La idea es ver qué se puede hacer en colaboración con el resto de las universidades para que, si hay que hacer alguna modificación, sea de forma homogénea en todas. Lo vamos a canalizar a partir de las conferencias de decanos y directores por áreas temáticas de conocimiento, que son el cauce donde contrastar opiniones», explica la decana de Filosofía y Letras, Milagros Alario.

Carlos Moriyón invita a «reflexionar en cada caso concreto» qué puede ser mejor, teniendo en cuenta además si se cumpliría esa anhelada convergencia con Europa o si, por el contrario, habría que pensar en igualarse a Estados Unidos y al mercado iberoamericano. «Cuando se rompa la baraja [y alguna universidad lance grados de tres años] habrá que valorar, pero es mejor tener ya discusiones y debates. Y es necesario que la Junta de Castilla y León fije una postura, porque la aprobación de los títulos pasará por la Acsucyl (Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Castilla y León). Cada comunidad tendrá una postura y la impondrá a las distintas universidades», añade.

Criterios sin definir

Tampoco tienen claro si el hecho de tener grados que pertenecen a profesiones reguladas (que teóricamente mantendrían el 4+1) garantizará algo. «Tenemos siete grados, cuatro habilitan para el ejercicio de la profesión y tres no, con lo que tendríamos un auténtico problema si tenemos que hacer unos grados de cuatro y otros de tres años, porque tienen una parte común, los dos primeros cursos, y personalmente no le veo sentido», comenta Pisano.

Villafañe, en tanto, se muestra molesto por las diferenciaciones entre unos y otros títulos. «Medicina, Ingenieros y Arquitectos quedan fuera. Si tienes una enfermedad te tiene que tratar el médico que haya hecho seis años. Y en Química no pasa esto. ¿Qué pasa, que hay títulos de primera y de segunda?», se pregunta. Y anima los colegios profesionales colaboren para regular el caos. «Si al final el colegio de químicos, o de cualquier otra especialidad, decide que el grado tenga estas atribuciones y competencias y el máster estas, la gente sabría lo que debe hacer».

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