Ramón y Mercedes, en Delicias.

La familia que iba a ser desalojada a cuatro días de Nochebuena pasará la Navidad en casa

El alcalde León de la Riva media con el banco para retrasar hasta el 12 de enero la salida del hogar, una vez efectiva la dación en pago

Víctor Vela

Sábado, 20 de diciembre 2014, 16:35

Al final hubo milagro. O al menos, un paréntesis que permitirá que la familia de Ramón y de Mercedes (y sus hijos de 21 y 18 años) pueda pasar la Nochebuena y la Navidad en la casa de la calle Caamaño que ambos compraron en 2001, a cuya hipoteca no pudieron hacer frente (él se quedó en el paro hace cuatro años, después de 30 cotizados), por la que firmaron una dación en pago el 18 de noviembre y que el banco les obligaba a desalojar mañana mismo. Si no lo hacían, deberían pagar cien euros por cada día de retraso. Hoy, a estas horas, tendrían que estar vaciando su hogar, quitan-do camas, sillas y armarios para dejar el piso vacío y entregar las llaves al banco. Yeso, sin un techo alternativo bajo el que cobijarse.

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Pero este jueves, todo cambió.

Desde el pasado domingo, cuando su historia se asomó a las páginas de El Norte, una ola de solidaridad no solo ha recorrido Delicias, sino que se ha extendido por toda la ciudad y ha llegado a las provincias limítrofes. Decenas de personas se han puesto en contacto con la parroquia de Santo Toribio, en la calle Hornija, para echar una mano, para arrimar el hombro, para abrirse un poco el bolsillo. El propio alcalde, Javier León de la Riva, se ha interesado por este caso y ayer anunció que el miércoles se puso en contacto con los responsables de la entidad bancaria en Castilla y León con el objetivo de mediar e impedir que el desalojo se produjera a cuatro días de Nochebuena, el 20 de diciembre (la fecha fijada en le acuerdo de la dación en pago) y se pudiera retrasar, al menos, hasta después de Navidad. La llamada surtió efecto, lo que demuestra que si los políticos se ponen manos a la obra y de verdad quieren intervenir en los desahucios (por ejemplo con leyes) tal vez se podrían conseguir más soluciones. Tanto el banco como la familia han suscrito un nuevo documento ayer por la mañana por el que el abandono del piso se producirá el próximo 12 de enero. Un margen no solo para pasar estas fechas en el que ha sido su hogar durante los últimos años, sino también un colchón de tiempo para encontrar un lugar donde vivir.

Y parece que ya lo tienen. Un nuevo piso de alquiler, también en el barrio de Delicias, sin calefacción, y por el que pagarán 280 euros al mes. La firma del contrato es importante no solo porque les garantiza un techo más allá del 12 de enero, sino porque esta es la llave que les permitirá optar a las ayudas de emergencia que ofrece la concejalía de Acción Social. El alcalde, Javier León de la Riva, explicó que para optar a ellas es obligatorio disponer de este contrato, lo que condujo a la familia a un callejón sin salida. No disponía de dinero para firmar un acuerdo de alquiler y la ayuda pública no llegaba sin disponer de contrato.

El papel de la parroquia de Santo Toribio que también medió con el banco ha sido vital. Para canalizar la ayuda, ha creado un fondo solidario de vivienda (así lo han bautizado) donde se depositan todos los donativos recaudados desde que la historia de Ramón y Mercedes apareció en el periódico. «La respuesta ha sido abrumadora», reconocía ayer el sacerdote Antonio Verdugo. Un empresario de Palencia ha ingresado 700 euros. Los profesores del instituto Arca Real, en el barrio, han realizado una colecta y han conseguido más de 300 euros. Y un importante número de personas ha hecho diversas aportaciones para alimentar este fondo, que ha sido básico para desbloquear la situación. «Con ese dinero se ha podido hacer frente al pago de la gestora, de la fianza y del primer mes de alquiler», explica Verdugo. «Si la familia de Ramón y Mercedes finalmente obtienen la ayuda pública, el dinero de este fondo que administra la parroquia se destinará a hogares que se encuentren en una situación similar», apuntó el párroco de Santo Toribio.

El alcalde, después de desvelar su implicación en el caso, apuntó que los servicios sociales del Ayuntamiento «trabajaban con esta familia desde el 2012 a través de la oficina de atención a desahucios y el centro de acción social. Se les propuso la reestructuración de la deuda y la dación en pago, que rechazaron hasta noviembre de 2014, en que volvieron a hablar con nosotros», dijo León de la Riva. En ese mes de noviembre, Ramón y Mercedes finalmente acordaron la dación en pago. El banco se quedaba con su casa a cambio de eliminar la deuda. No deben ni un euro. Pero se quedan sin piso. El principal problema, claro, es la falta de un trabajo, la situación de desempleo en la que se encuentra Ramón desde 2011, cuando el contrato indefinido que tenía como ferralla, en la construcción, saltó por los aires. Durante dos años la familia siguió pagando sus cuotas. Pero en 2013 dejó de ingresar su dinero en el banco. Y comenzaron los problemas.

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Los 426 euros de prestación pública no bastan para sacar adelante el hogar. Ramón reconoce que incluso dejó de pagar el seguro del vehículo para poder comer. A la espera de hallar un trabajo que alivie de veras la situación, la respuesta solidaria ha sido fundamental para que la familia Cabo pase la Nochebuena en un hogar que ya es del banco y que deberá abandonar el 12 de enero. Ahora sí, después de Navidad.

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