Organización de la comida obtenida este fin de semana en la macroperación kilo del Banco de Alimentos en Valladolid.

Así se reparten los 225.000 kilos de comida recogida en la macroperación kilo del Banco de Alimentos

Treinta voluntarios trabajan desde la noche del viernes para catalogar y almacenar toda la comida obtenida

Víctor Vela

Martes, 2 de diciembre 2014, 14:06

Todavía llegan camiones a las instalaciones del Banco de Alimentos en el polígono de Argales. Furgones con la tripa llena con los víveres ingeridos el viernes y el sábado en la macroperación kilo celebrada en toda España y que aquí, en Valladolid, consiguió batir todas las marcas (y hasta las expectativas más halagüeñas) con 225.000 kilos de comida que será repartida, en las próximas semanas, entre las casi 21.000 personas que se benefician (a través de 200 entidades y parroquias)de la labor solidaria que coordina el Banco de Alimentos. O sea, 225.000 kilos de comida (el año pasado fueron 96.000) que poco a poco llegan a este gran almacén de Vázquez de Menchaca y que ahora se encargan de pesar, organizar y catalogar los voluntarios de la entidad benéfica.

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Este lunes por la mañana, casi 30 estaban al pie del camión. El trasiego en la nave era espídico. Los primeros furgones llenos de comida comenzaron a descargarse el mismo viernes por la noche. El sábado se apilaron cajas de alimentos hasta casi la medianoche. Y la actividad se retomó ayer desde las ocho de la mañana. Calculan que al menos tardarán tres semanas en organizar toda la comida recogida para comenzar su reparto antes de la Nochebuena. Eso, en el caso de los productos no perecederos. Porque los vallisoletanos también donaron patatas, naranjas o manzanas que ayer mismo llegaron ya a la mesa de los más necesitados de la provincia. También se dará prioridad a la leche. «La estamos colocando en función de su fecha de caducidad, para entregarla antes de que se cumpla el día de consumo preferente», explica Pablo Melo, encargado de Logística.

«¡Pablo! ¿Dónde ponemos las cajas vacías?», pregunta Edu, uno de los voluntarios, a los mandos de una de las dos carretillas que recorren de punta a cabo la nave transportando y recogiendo palés llenos de víveres. De vez en cuando han de hacer maniobras para no chocar con alguno de los carritos de supermercado que, llenos de paquetes, bricks y bolsas, hacen kilómetros en la sede del Banco de Alimentos.

Los casi 1.200 voluntarios que este fin de semana estuvieron repartidos en 57 supermercados de la provincia (Carrefour, Mercadona, El Corte Inglés, Gadis, DIA, El Árbol, Eroski, Makro y Lidl) ya hicieron una primera criba. Allí reunieron y empaquetaron los productos por categorías y apuntaron con rotulador negro el contenido en uno de los laterales de las cajas blancas en las que se amontonaban las donaciones. Eso facilita el trabajo que tiene lugar durante estos días.

Ya en Argales, en el nuevo gran depósito del Banco de Alimentos, los voluntarios abren estas pequeñas cajas, llenan los carros de supermercado y trasladan el contenido hasta las bañeras, unos grandes contenedores de cartón con capacidad para casi 600 kilos de alimentos. Para agilizar la clasificación, encima de cada uno de las bañeras hay un cartelón que indica el producto que se puede colocar en su interior. La entidad trabaja así con una veintena de referencias:turrones y pastas, harina, zumos, chocolate, batidos, aceite, lentejas, garbanzos, alubias, arroz, azúcar, pasta, galletas, conservas de frutas, conservas de tomate, conservas vegetales, conservas variadas, cacao, alimentos infantiles y cereales. Aeso se suman la leche, los productos de higiene y el batiburrillo, como llaman a los productos que no encajan en las categorías anteriores.

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«Al agruparlo de este modo, podemos saber qué es lo que más necesitamos, si hay algún producto que ya tenemos cubierto o si habrá que hacer un nuevo llamamiento para obtener algo en concreto», apunta Melo. En cualquier caso, los vallisoletanos no solo han respondido en cantidad, sino también en la calidad de sus aportaciones. «Estamos muy agradecidos por la colaboración y porque se han atendido nuestras peticiones», explica el presidente, Jesús Mediavilla. Por ejemplo, que la leche fuera entera. Por ejemplo, que hubiera representación de dulces para las navidades de los niños. Por ejemplo, el aceite, las conservas vegetales, más garbanzos y alubias que lentejas (porque esta legumbre ya viene gracias a las ayudas europeas). El primer recuento (en los supermercados)dice que se lograron 210.000 kilos, más otros 15.000 de las operaciones kilo celebradas en casi cien entidades. En toda España se alcanzaron los 20 millones de kilos.

La previsión del Banco de Alimentos es comenzar a repartir la comida en los próximos días. Al obtener tantos víveres, se podrá distribuir su reparto a lo largo del año, ya que la mayor parte de la comida es no perecedera. La entrega a las familias más necesitadas se hace a través de 200 entidades benéficas y parroquias de la provincia, que conocen de cerca las necesidades de cada una de las familias y personas beneficiarias por la labor del Banco de Alimentos.

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