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Nicolás Castellanos, el obispo emérito de Palencia.

«El político debe buscar el bien común, pero con tanta corrupción es al contrario»

Nicolás Castellanos, obispo emérito de Palencia, abre las charlas de valores humanos Padre Jaime en Delicias

Víctor Vela

Martes, 11 de noviembre 2014, 13:16

Nicolás Castellanos (Mansilla del Páramo, León, 1935)echa mano raudo del refranero castellano:«Tanto peca el que mata como el que tira de la pata». Ylo hace no solo para criticar el pozo de la corrupción, sino también a quienes miran sin inmutarse el agua emponzoñada. El obispo emérito de Palencia, presidente además de la Fundación Hombres Nuevos, abre este jueves el ciclo de conferencias de las jornadas sobre valores humanos del Padre Jaime y lo hace con un mensaje claro contra la corrupción. «Debería guiarnos la libertad, la responsabilidad, la paz, la fraternidad, la igualdad. La solidaridad debería ser hoy, en este contexto de crisis, el más importante de los valores. Pero, por encima de todo, se ha extendido una mancha de corrupción, de no apreciar el valor de la honestidad que siempre ha sido característica del pueblo castellano». Y levanta un dedo para apuntar directamente a la acción de determinados políticos. «No lo están poniendo fácil, la verdad. La política debería ser la acción de buscar el bien común, el bien de todos. Pero con tanta corrupción no lo parece, vemos que es al revés», apunta Castellanos, quien ha titulado su charla de este jueves Educar en valores, valores para vivir.

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La conferencia abrirá el ciclo de encuentros organizado con motivo de las cuartas jornadas de valores humanos Padre Jaime que coordina la parroquia de Santo Toribio, en Delicias, y que cuenta con la colaboración de familias y centros educativos del barrio.El párroco Antonio Verdugo recuerda que la tarea solidaria y de educación desarrollada por Castellanos (tanto en España como en Bolivia)le otorga autoridad para realizar un diagnóstico certero y ofrecer alternativas a la «crisis de valores». «El problema está en la familia, en los colegios, en la sociedad y los medios de comunicación. Si todas las personas encarnáramos los valores de igualdad o responsabilidad, eso se proyectaría de forma positiva sobre el conjunto de la sociedad. Pero si las personas, a título individual, empezamos a fallar, a ser corruptos, a extorsionar, a practicar la injusticia... eso tendrá repercusiones. Todos somos responsables».

Y apunta Castellanos que en ocasiones no es solo por acción, sino también por omisión, por aplaudir o por mirar hacia otro lado. «Existe la tolerancia en un sentido negativo. Ver la corrupción y callarse es como tolerarla, darla por buena», indica el obispo emérito de Palencia, quien entiende que, «en el fondo de la crisis está el ídolo dinero». «Ahora parece que todo estimula al consumo, al individualismo, al vivir bien uno mismo y los demás que tiren como puedan», añade. Habría, por lo tanto, que exigir más control y menos permisividad. Pero, ante esto «porque tampoco hay que ser profetas de calamidades» habría que recordar que «son multitud las personas honestas y honradas». No habría que ser tan negativos, apunta. «En la sociedad actual se han conquistado libertades e incluso la crisis ha reforzado los lazos de colaboración, de ayuda y solidaridad en muchos colectivos». Hay que aprender de eso, dice. Yenseñarlo.Desechar «todo aquello que te impida ser una persona libre, responsable y solidaria».

«Hay una cosa clave en la que insiste mucho una famosa profesora, que dice que hay que educar en degustar los valores. Lo mismo que para saber que un vino es bueno lo catamos, habría que transmitir algo parecido respecto a los valores. En las escuelas no basta con enseñarlos, sino que hay que animar a los niños a ponerlos en práctica», apunta Castellanos.

Precisamente los colegios (en principio de Delicias, aunque el proyecto quiere abrirse a otros barrios)trabajan durante este trimestre las cuartas jornadas de valores humanos Padre Jaime con el papel de la familia como eje conductor. Este programa de actividades recibe el nombre del religioso que puso en pie la catequesis de la parroquia de Nuestra Señora del Carmen (con más de mil chavales), que fundó el movimiento diocesano Justicia y Paz, la Fundación Aldaba-Proyecto Hombre o encabezó las reivindicaciones para reclamar el parque de la Paz.

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