Los bomberos trabajan en la extinción del fuego en el que el vecino de San Luis murió después de recibir trece cuchilladas. C. M.

El acusado del crimen de San Luis se niega a declarar y está ya en prisión tras recibir el alta

Los testimonios de amigos y familiares apuntan a que el crimen ocurrido en Valladolid el 30 de junio se debió a motivos sentimentales

J. Sanz

Miércoles, 17 de septiembre 2014, 11:42

Dos meses y medio para nada. El sospechoso del crimen de San Luis, que le costó la vida a un ferretero en su domicilio de esa calle el pasado 30 de junio, compareció por fin ayer ante el juez después de permanecer ingresado durante más de dos meses en distintos hospitales para recuperarse de las lesiones sufridas presuntamente al quemar el cuerpo de la víctima. Y lo hizo para negarse precisamente a declarar. Así que poco o nada se pudo esclarecer durante su breve paso por el juzgado de instrucción que investiga una causa que, por otra parte, está prácticamente cerrada con él como único acusado.

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Jesús Guillermo M. M., de 53 años, ingresó en el Río Hortega el día de los hechos, cuando él mismo abrió la puerta a los policías que acudieron a un aparente incendio en el domicilio de la víctima en el número 18 de la calle San Luis su cuerpo carbonizado y con trece puñaladas fue descubierto después en la bañera. El sospechoso o, como mínimo, el único ocupante del domicilio en aquel instante sufrió una grave intoxicación por inhalación de humo, además de otras lesiones, que le mantuvieron hospitalizado en el citado hospital durante más de un mes antes de ser trasladado a la planta penitenciaria del Clínico.

Su estado impidió a los agentes que investigan el crimen tomarle declaración, si bien el juez ya ordenó de entrada su encarcelamiento preventivo y, nada más recibir el alta médica, fue trasladado a la prisión provincial el pasado 5 de septiembre. Allí, donde permanece recluido, se le ha aplicado el protocolo de prevención de suicidios y es examinado a diario por los especialistas del centro, además de contar con otro recluso siempre a su lado.

Un cuchillo de su casa

Jesús Guillermo solo abandonó ayer temporalmente el centro penitenciario para ser trasladado a los Juzgados de la calle Angustias para prestar declaración por vez primera ante el titular del Juzgado de Instrucción número 6. Allí se acogió a su derecho a no declarar y regresó de nuevo a su celda, en la que permanecerá internado hasta el juicio.

Durante los dos meses y medio transcurridos desde la muerte del ferretero jubilado, Daniel G. R., de 64 años, tanto los policías como el juez han continuado tomando declaración a distintos familiares, allegados y vecinos de víctima y agresor. Estos habrían apuntado la posibilidad de que el móvil del crimen fuera pasional dado que ambos habían mantenido una relación sentimental años atrás y aún conservaban, incluso, una cuenta común.

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«El detonante último pudo ser quizás los 20.000 euros de esa cuenta, pero lo cierto es que todas las declaraciones apuntan a que se trató de un crimen pasional», señalan fuentes jurídicas antes de aclarar que el caso, no obstante, será juzgado como un homicidio o asesinato ordinario y no como violencia doméstica.

Todos los indicios recogidos en el escenario del crimen señalan al sospechoso como autor del mismo, ya que el arma homicida un cuchillo de cocina resultó que pertenecía a un juego de cuchillos de la vivienda deJesús Guillermo, situada en Delicias, enfrente casi de la calle San Luis.

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El caso, salvo sorpresa, será juzgado en su día por el procedimiento del jurado en la Audiencia. Está por ver si por homicidio o asesinato.

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