Los cortes se consolidan en Valladolid y triplican sus espectadores
Valladolid, que ha experimentado en nueve años un aumento de público, tendrá dos certámenes
lorena sancho
Lunes, 25 de agosto 2014, 10:16
Quizás porque el espectáculo está asegurado, porque los participantes son capaces de arrastrar al público que admira sus hazañas o simplemente porque se trata de un festejo incruento, lo cierto es que los concursos de cortes se erigen en salvadores de las ferias con carteles de no hay billetes y una expectación que va in crescendo con el paso de los años.
El ejemplo está en las cifras. En lo que va de temporada, y con fecha de 18 de agosto, la Delegación Territorial de la Junta en Valladolid ha autorizado la celebración de 15 concursos de cortes, frente a los nueve del pasado año en la misma época. Matapozuelos, Medina de Rioseco, Nava del Rey, Rueda, Tordesillas y Valdestillas se han sumado entre mayo y agosto a la programación de algún tipo de certamen vinculado con esta suerte del toreo popular.
Un espectáculo que gana adeptos, como se puede comprobar en taquillas como la registrada en Íscar, que rozó el lleno, o la que se espera el próximo 7 de septiembre en Valladolid, cuando está prevista la celebración de la final de la Liga del Corte Puro, que el pasado año por primera vez en sus nueve años de historia colgó el no hay billetes. Un resultado «de mucho trabajo de promoción, selección de astados con trapío, cuidado del nivel de los cortadores y, sobre todo, de crear festejos en los que ha predominado la emoción», destaca Carlos Bernabé, integrante de la empresa organizadora, Toropasión Espectáculos.
En esta Liga del Corte Puro, que arrancó en el año 2006, la empresa riojana ha notado una evolución ascendente «muy marcada», pues aseguran que desde el año 2005 ha aumentado la asistencia de público en un 300%, con un lleno absoluto en la edición de 2013. «Es cierto que la actual crisis económica afecta a la asistencia, aunque consideramos que los certámenes importantes se están manteniendo, e incluso aumentando», añade Bernabé.
A su juicio, la tendencia actual registrada en los concursos de cortes tiene su origen en la evolución, tanto en cantidad como en calidad, pues recuerda que se cuidan aspectos como las presentaciones, la lidia ordenada y la preparación de los cortadores. «Otra de las claves del éxito de estos concursos es que es un enfrentamiento puro entre la fuerza del toro y la inteligencia y habilidad del hombre, no hay sangre y esto hace que el abanico de público sea más amplio y heterogéneo, con amplia presencia de gente joven y de público familiar».
El tirón de los concursos de cortes en una plaza como la de Valladolid, que el año pasado agotó 9.500 localidades (1.000 menos que las de su aforo al no estar numeradas) ha empujado este año a Toropasión, junto con Valtauro, gestora del coso, a programar un segundo concurso. Esta vez será el 13 de septiembre con una exhibición de las leyendas del corte y la final de la liga junior.
Ángel Gallego, de Valtauro, recuerda que desde que el concurso en Valladolid arrancara en 1994, cuando los cortadores llamaban en taquilla para inscribirse, es un festejo que atrae a mucha gente y que pese a que hubo una época en la que parecía que iba a bajar la asistencia de público, «se recuperó cuando se profesionalizó un poco la organización».
Para este empresario, el éxito de este festejo, que este año se encarga de inaugurar la feria (fuera de abono) el 7 de septiembre, se encuentra por un lado en que el espectáculo está asegurado, en los precios aunque recuerda que hay entradas para corridas de toros más baratas, por 12 euros, y la participación de chavales de la calle, que no son profesionales, y que mueven mucho a la gente de su entorno. «Los cortadores siguen arrastrando a los vecinos de sus pueblos, a los amigos, a los de su barrio, y eso en el toreo no pasa», añade el empresario.
Otro factor que, según Ángel Gallego, también puede influir en la asistencia de estos concursos es que el festejo es incruento, no hay sangre, aunque recuerda que es un contrasentido puesto que puede coger a un chaval y darle una cornada. «Lo cierto es que es un festejo que en los años que hemos estado nosotros en la plaza no ha bajado normalmente de media plaza», añade.
Con respecto a la programación de dos concursos y la posibilidad de ir ampliando paulatinamente los festejos populares en la ciudad, Gallego asegura que no se ha planteado, pero que es complicado arrastrar a las peñas a la plaza.