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El hostelero José Salcedo, encadenado a las 16 sillas y 4 mesas de la terraza de Los Tintes –al fondo, en la plaza de Portugalete– que no se pudieron llevar ayer los policías municipales.
Urbanismo retira a la fuerza la terraza de un bar de Portugalete tras cobrarle la tasa

Urbanismo retira a la fuerza la terraza de un bar de Portugalete tras cobrarle la tasa

El dueño de Los Tintes, que cerrará en apenas seis meses al estar el edificio en ruina, llegó a encadenarse a las sillas para protestar

J. Sanz

Sábado, 12 de julio 2014, 11:39

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«Hace año y medio me concedieron la licencia para instalar mi terraza donde está, este año he vuelto a pagar los ochocientos euros de la tasa y, de repente, me dicen de un día para otro que tengo que quitarla, precisamente cuando empieza a funcionar, porque no me renuevan la licencia», lamentaba ayer al mediodía en Portugalete, aún rodeado de cadenas amarradas a parte de su mobiliario, el propietario del bar Los Tintes, José Salcedo.

Los operarios municipales, escoltados por policías locales, se llevaron a la fuerza a primera hora de la mañana parte del mobiliario de la terraza (compuesta por 12 mesas y 48 sillas) del establecimiento, situada en la esquina de Portugalete con la calle Los Tintes, en cumplimiento de un decreto fechado el día 4, pero que fue notificado el jueves. El escrito en cuestión, autorizado por la concejala Cristina Vidal, informaba al hostelero de que acababan de revocar la licencia de su terraza debido a que se encuentra situada al otro lado de la calzada semipeatonal en la plaza de Portugalete que discurre ante su fachada y por la que ocasionalmente pueden circular coches entre la Bajada de la Libertad y Cánovas del Castillo, lo que obligaría a sus camareros a atravesarla.

Pero lo cierto, según recuerda el afectado y resulta más que evidente, es que «por aquí pasa un coche cada doscientas horas». Y tanto es así que la propia Concejalía de Urbanismo autorizó precisamente la ubicación de la terraza donde se encontraba hasta ayer mismo en otro decreto de 30 de enero de 2013. Eso además de confirmar su situación en una nueva resolución, dictada el 10 de marzo de este mismo año, en la que denegaba la ampliación de las mesas solicitada por el hostelero, pero en la que nada decía de la misma.

La medida, en cualquier caso, llega cuando el dueño de Los Tintes había abonado ya la pertinente tasa de 809,95 euros de ocupación de la vía pública con mesas y sillas para 2014. De ahí que a las 9:00 horas de ayer decidiera encadenarse a parte del mobiliario logró salvar 4 mesas y 16 sillas mientras los operarios cumplían con el decreto municipal.

«Ya sé que solo es un recurso a la pataleta y que no va a servir de nada, pero es que creo que lo que han hecho es un atropello», lamentaba José Salcedo poco antes de poner fin a su protesta. El hostelero recuerda que a su negocio le quedan solo seis meses de vida debido a que el inmueble en el que se encuentra está declarado en ruina. «Nos iremos a finales de año y nos han arruinado lo poco que podíamos ganar», concluye.

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