La poesía conquista la calle en el paseo del Cauce

«Más poesía, por favor», piden los alumnos del Gabriel y Galán a los vallisoletanos que deambulan junto al colegio, en el paseo del Cauce. Más poesía, dicen. Ylos versos se cuelgan de las vallas de la escuela, las rimas suspendidas en las verjas, estrofas que saludan al paseante para dibujarle una sonrisa con los lápices de la lírica. «Yo sé que existo porque tú me imaginas», dice Ángel González. «Puedo escribir los versos más tristes esta noche», exclama Pablo Neruda. «Creyó que el mar era cielo, que la noche, la mañana», añade Rafael Alberti. Y las palabras de Antonio Machado, de Gabriela Mistral, de Amado Nervo se disfrazan con la caligrafía infantil de los alumnos para salir a la calle. Porque los chavales han rescatado varios poemas para escribirlos en cartulinas que, expuestas en el exterior del colegio, animan al viandante a poner más poesía en su vida.

«El clima social en el que vivimos parece que se ha abonado a los insultos, al malestar, a la incertidumbre. Por eso invitamos a decir las cosas de otra manera, de una forma más dulce», explica Marta Velicias, secretaria del colegio, quien desvela que incluso la frase (más poesía, por favor) se ha institucionalizado en el cole para sofocar un bronca en el recreo, para reclamar sosiego en mitad de una clase. «La poesía se puede acercar de una forma muy sencilla a los alumnos, que ven en la rima un juego», apuntan desde la dirección del centro, que ha implicado también a las familias en este proyecto.

Así, todos los días, los padres, los adultos que acompañan a los críos a la escuela han recibido un papel con un poema impreso. Los integrantes de la comisión de convivencia del alumnado han sido los encargados de repartir estas poesías, firmadas por Gloria Fuertes, por Rubén Darío, por Mario Benedetti, por Martín Lorenzo, un poeta vecino del barrio. Y además, una poesía tradicional árabe escrita también en ese idioma.

En rumano y bengalí

Los versos y las rimas se han colado también en los pasillos del centro, con textos tradicionales de las lenguas que tienen representación entre los escolares, como el rumano, como el bengalí. «Y también está el homenaje que hemos querido hacer al poeta que da nombre a nuestro centro: José María Gabriel y Galán». Reconocen que la mayoría de los alumnos desconocían a esta figura. Los más pequeños se han acercado a ella gracias al característico bigote que lucía en sus fotografías más emblemáticas.

Y los mayores de Primaria han conocido alguna de sus poesías: «Una hermosa mañana de junio ardiente salió el sol como nunca de refulgente, y pájaros y flores con alegría la bienvenida daban al nuevo día». La Semana Cultural y su homenaje a la poesía se cerró, en colaboración con el Consejo Social de Pilarica-Belén, con una lectura poética (con velas, en penumbra). Y como recuerdo, ahí siguen, mirando a la calle, saludando a los caminantes (puede acercarse a verlo), los versos de García Lorca, las rimas de Miguel Hernández que piden, sin complejos: más poesía, por favor.