El Puente Colgante de Delicias

Cuenta José Juan Salio, profesor de Soldadura y Calderería en el centro integrado de FPJuan de Herrera (en Delicias), que cada vez que pasaba junto al Puente Colgante se fijaba en los detalles, en los remaches, en las vigas y flejes. Dice que buscó sin éxito los planos (en Internet, en el archivo municipal), que se tuvo que conformar con las medidas (75 metros de longitud, 68,70 de vano, 7 de ancho)y que el proyecto entusiasmó a sus alumnos:reproducir a escala (1:30)el Puente Colgante, construir con acero dulce la maqueta de uno de los pasos más famosos sobre el Pisuerga, de una estructura proyectada por Lucio del Valle en 1864 (hace 150 años) y que se inauguró el 20 de abril de 1865. Ese era el reto. «Uno de los objetivos del curso, en el módulo Montaje en Construcciones Metálicas, es obtener elementos, trazarlos, marcarlos, verificarlos y montarlos. O sea, que los alumnos sacaran adelante un proyecto real y además que lo hicieran con autonomía personal y compromiso». Hubo varias propuestas. Barajaron la posibilidad de construir maquetas del puente de Portugalete, de la torre Eiffel... pero finalmente optaron por lo más cercano: el Puente Colgante.

Durante cerca de mes y medio, los alumnos de segundo de Soldadura se han dividido en cuatro grupos para trabajar en la conseguidísima réplica (más de 150 kilos de peso, cerca de mil tornillos). Los dos primeros equipos formados por Samuel, Adrián, Fernando, Mario, Pablo, Dani, Víctor yJuan Carlos trabajaron en los laterales del puente, la tercera escuadra (Sergio, Pablo y Adrián)fabricó el techo y la cuarta (Álvaro, Íker y Eduardo)se dedicó al suelo. «Todo se hizo con una gran compenetración porque luego había que ensamblar las piezas y tenía que quedar perfecto». El resultado final incluye la rejilla sobre la que pasan los vehículos y también las columnas macizas y las farolas que hay en los extremos de la estructura. El toque definitivo lo dieron alumnos del primer curso (Javier, Juan Luis y Luis)al pintar la réplica que los alumnos entregaron ayer, de forma simbólica, al alcalde Javier León de la Riva, con el objetivo de que este nuevo puente colgante sea colocado en algún lugar emblemático de la ciudad, a la vista del viandante «porque no voy a recibirlo para luego tenerlo metido en un almacén». El regidor pidió ideas a los alumnos y algunos propusieron el entorno del Museo de la Ciencia. León de la Riva invitó además a los estudiantes de próximos cursos a continuar con esta actividad y construir réplicas, por ejemplo, del mercado del Val. El director del Juan de Herrera, Carlos Polanco, destacó que con esta actividad se busca «acercar el alumno a la realidad de un trabajo» y remachó que, pese a las dificultades de los últimos años, el grado de soldadura vuelve a vivir un repunte en las contrataciones.