Juan Piscoche y Roberto Justo, con los pañales recogidos durante las últimas semanas. RODRIGO JIMÉNEZ

Los 10.000 pañales de La Rubia: la respuesta solidaria de Valladolid a un chapuzón bajo cero en el Pisuerga

Roberto ha encontrado la colaboración vecinal después de su baño en el río durante la nevada de 'Filomena' como reclamo contra la pobreza infantil

Víctor Vela

Valladolid

Miércoles, 17 de febrero 2021, 07:40

Aquel llamamiento solidario que se hizo desde las frías aguas del Pisuerga, durante un baño helado en la playa de Las Moreras, en aquel fin de semana congelado por la borrasca 'Filomena', tiene ya su reflejo en forma de pañal. Más de 150 paquetes. Cerca de 10.000 unidades se han recogido en apenas un mes entre los vecinos de La Rubia y el Cuatro de Marzo, implicados en una campaña impulsada por la asociación vecinal con Roberto Pérez Justo como padrino. El sábado 9 de enero, a mediodía, Roberto se metió en las gélidas aguas del río y, desde allí lanzó un mensaje contra la pobreza infantil. Animaba a los vallisoletanos a colaborar con el Centro Diocesano de OrientaciónFamiliar (COF), que todos los años, en torno a la Navidad, organiza una campaña de recogida de pañales para distribuirlos a los bebés de familias desfavorecidas.

Publicidad

Roberto, vecino de la zona. conoció esta iniciativa a través de la parroquia de Santo Domingo de Guzmán, en el Cuatro de Marzo, que desde hace nueve años colabora en la recogida de pañales. Y quiso extender la acción más allá de los muros del templo. Por eso, junto al colectivo vecinal y los comercios del barrio, ha participado durante las últimas semanas en una campaña de captación de pañales que tiene su resultado en un muro de celulosa que, «en los próximos días», se entregará al servicio de ayuda a la vida del COF, que atiende a cerca de veinte familias desfavorecidas.

Entre las manos solidarias que han ayudado a levantar esta trinchera se encuentran las de Juan Piscoche, un vallisoletano nacido en Perú que desde hace un año colabora con la asociación Nuestra Señora del Rosario. «En mi país de origen hay mucha pobreza infantil. Niños que, en las zonas más desfavorecidas, mueren de frío o desnutrición, que tienen que caminar kilómetros para poder ir al colegio», asegura.

Por eso, desde el primer momento quiso implicarse en la campaña. Aportar sus manos solidarias ahora que, por culpa de la covid, se ha quedado sin trabajo. Hace seis años llegó de Lima a Valladolid con contrato en un bazar de Parquesol. El último empleo fue como carretillero, hasta que en marzo del año pasado el confinamiento extremo, la crisis derivada de la pandemia, pusieron fin, espera que sea solo un paréntesis, a su vida laboral.

Con más tiempo libre del que quisiera, emprendió una tarea benéfica en el barrio. Compró por Internet una máquina de coser, desempolvó los conocimientos de costura que aprendió de su madre modista, y recogió telas de aquí y de allá para confeccionar con ellas mascarillas. Más de 2.500 tapabocas llegó a realizar, para su posterior reparto entre los vecinos de su entorno. De forma altruista. Desinteresada. «Hay que ayudar en lo que se pueda», asegura Juan, entregado al máximo a esta operación pañal nacida desde las frías aguas del Pisuerga, a partir del baño de Roberto, quien recibió una llamada de los responsables del COF para agradecerle la visibilidad que ha otorgado a su causa.

Publicidad

Desde el centro diocesano de orientación familiar recuerdan que su labor no es la de un mero «dispensario de pañales», puesto que la entrega de estos productos infantiles (también de toallitas, ropa o carricoches, si es necesario) se enmarca en un programa de acompañamiento a las familias, a mujeres que están embarazadas. «Somos una organización provida y ofrecemos todo tipo de apoyo para que el embarazo siga adelante», aseguran los responsable del COF. La ayuda que reciben –en conexión con otras ONG, como Cáritas o Red Madre, para no duplicar prestaciones– se completa con la obligación de que los beneficiarios asistan, un sábado al mes, a talleres sobre alimentación saludable o cuidados médicos.

El riesgo de pobreza infantil, de acuerdo con los últimos datos de Unicef, afecta al 27,4% y sitúa a España entre los países con la tasa más alta del continente, junto a Rumanía, Bulgaria e Italia. «La pandemia de la covid sin duda va a amplificar estos datos y aumentar la pobreza, la exclusión y la desigualdad infantil», señalan desde Unicef, que recuerdan que muchas situaciones se arrastran desde la crisis de 2008.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3€ primer mes

Publicidad