La herencia de Hrvatska
«No te equivoques, la corbata no es la que ahoga, la que da esa sensación es la mala talla de la camisa»
A menos que sepas croata, es posible que no te suene de nada esta palabra. ¿Pero cómo te quedarías si te digo que, si eres chico, ha condicionado tu 'outfit' en las ceremonias más elegantes a las que has asistido?
Hoy vamos a hablar de una de esas prendas que son tan odiadas como amadas. Una de esas prendas a las que a algunos les hace sentir como si se pusieran el traje de Superman y que, a otros, sin embargo, les hace sentir presos de cadena perpetua. Sí amigos. Hoy hablamos de la corbata.
Os preguntaréis ¿quién inventó dicha prenda y, sobre, todo para qué?. Realmente la corbata no tiene ninguna funcionalidad más allá del mero simbolismo pero ¿acaso lo tiene un tatuaje o un anillo? Esto es moda. La practicidad no siempre es un valor imperativo.
Para saber un poco más de su nacimiento nos hemos de situar en la Croacia de entre el primer y el segundo cuarto del siglo XVII. Durante la guerra de los Treinta Años las mujeres colocaban a sus hombres unos pañuelos al cuello antes de salir en batalla como señal de fidelidad con la esperanza de que volvieran sanos y salvos. Cuando éstos volvían entregaban los pañuelos de nuevo a sus enamoradas. Si perdían la vida en las batallas los pañuelos se entregaban a las familias para su funeral. Con la entrada en Francia del ejército croata, tan elegante y bien vestido, pañuelos incluidos, la prenda se internacionalizó gracias a franceses e italianos, que lo bautizaron con el nombre de 'cravatta' derivado de 'croata'.
Sea como sea, la corbata, desde su aparición, siempre ha sido un signo de distinción y responsabilidad. Aunque en los tiempos actuales haya caído un poquito su popularidad lo cierto es que es una prenda muy importante por su aporte de valores tanto visuales como de mensaje.
Ojo, que cuando digo valores no siempre han de ser los de rectitud o sobriedad, sino que también puede reflejar destellos de rebeldía, creatividad y de una especie de optimismo pop, como el que emanaba del gran Luis Aguilé. ¿A que no os lo imagináis sin sus corbatas imposibles?
Y es aquí donde se formula la pregunta ¿hay una corbata para cada hombre? Sí la hay para cada hombre que quiera asistir a un evento de protocolo, le guste o no el uso de la corbata. Así mismo, en otras citas, siempre se le puede dar una oportunidad pues es una prenda que puede ayudar mucho al estilismo que elijas. Por supuesto que quedan fenomenal con un vaquero ¿por qué no?
Pero ¡cuidado! también te puede arruinar por completo tu 'look', con lo que es importante saber elegir bien tanto el tipo de corbata como el nudo que se use. Aquí te resumo los tipos más básicos y habituales así como los nudos adecuados para cada cuello de camisa.
Formas de corbata (respecto de los anchos)
'Skinny' (ancho de unos cinco centímetros): es estrecha, recomendada para personas delgadas. 'Slim' (ancho de unos 6,25 centímetros): un poco más ancha que la 'skinny', recomendada para personas de complexión fuerte y esbelta. Modelazos, vamos. Estándar (anchos de 7,5 a 8,5 centímetros): la corbata común, ideales para cualquier persona y situación, Anchas (anchos de 8 a 10 cmts): recomendada para personas que sean más robustas, para darles equilibrio a esos kilillos de más estilizando la figura.
Nudos de corbata (más comunes)
Simple o Americano: El nudo más fácil de hacer por su sencillez y el que mejor combina con todo tipo de camisas. El que mejor queda con cualquier tipo de corbata, recomendado para personas con una complexión de talla media.
Doble simple o Victoria: Es parecido al nudo simple, pero éste lleva un segundo pase. Es el más indicado para cuellos italianos y corbatas finas, y es ideal para hombres grandes, de busto largo y cuello ancho.
Windsor: Es un nudo con mucho volumen de forma triangular. Se hace con corbatas finas para llevar con cuellos abiertos o cortados. Ideal para hombres pequeños, de talla mediana y cuello fino.
Medio Windsor: Es menos grueso que el nudo Windsor e ideal para corbatas de sedas finas, camisas de cuellos abiertos y camisas con cuello clásico.
Ancho o Shelby: Es un nudo muy parecido al nudo Windsor, adecuado para camisas de cuello amplio por su gran anchura, recomendado para personas más anchas de hombro y musculosos que las que usan el Windsor.
Diagonal o Italiano: Es un nudo con la forma alargada y fina. Un nudo en tendencia para personas más modernas que usen camisas y trajes más entallados.
Errores a desterrar: trucos para el correcto uso de la corbata.
No te equivoques, la corbata no es la que ahoga, la que da esa sensación es la mala talla de la camisa. Elige tu camisa de la talla correcta abrochando el último botón y comprueba que quepan uno o dos dedos entre tu piel y su cuello. No te olvides, obviamente, de mirar anchura de hombros y largura de mangas. Si uno de esos factores falla, busca otra camisa que seguro que la encuentras.
No se debe subir el cuello de la camisa para hacer el nudo de la corbata a no ser que quieras que el cuello quede arrugado. Desabrocha el último botón de la camisa para poder meter la corbata. Una vez colocada en su sitio abrocha el botón y comienza a hacer el nudo.
Si tienes que llevar una corbata te recomiendo una de buena calidad, pues no se arrugan. No deben plancharse y el nudo hay que hacerlo lo más arriba posible para evitar arrugar la parte de abajo. Si ya quieres bordarlo ve a Zagreb, que es donde nació la prenda y compra una. Son maestros en ello.
Una vez finalizada, la largura correcta de la corbata es la que llega hasta la hebilla del cinturón, pero cuidado con la parte sobrante de la corbata (que va por detrás de la entretela), pues debe ser más corta que la parte frontal. No se debe ver.
Si has llegado hasta aquí es posible que le des una segunda oportunidad a las corbatas que has lucido en las bodas. Plántate unos vaqueros, desempolva tu chaleco, hazte el nudo más adecuado para tu camisa favorita y ve a tomarte una caña con tu familia o amigos. Si has sabido hacerlo, le darás un punto de estilo a tu 'outfit' que no pasará desapercibido ¡te lo aseguro!