Despedida estival en Baltanás

Una de las apuestas fuertes del Ayuntamiento de Baltanás para los meses de julio y agosto ha sido mantener la Escuela de Verano, a pesar de que este año no ha recibido subvenciones. Dirigidos por Ana Díez de las Moras y Verónica Álvarez Diago, numerosos alumnos han participado en el servicio por quincenas o mensualmente. Además, las monitoras han contado con la ayuda de Christelle Mac y Silvia Russo, dos jóvenes francesas e italiana, respectivamente, que han disfrutado de una estancia en Baltanás gracias a un programa de voluntariado europeo.

Una de las novedades de la Escuela de Verano de este año ha sido la división en dos grupos. El grupo de menores de 7 años ha estado coordinado por Ana Díez de las Moras y han realizado numerosas actividades, enmarcadas todas ellas en el cuento 'Baltanás salva las granjas del mundo', que ha sido el hilo conductor de todas las acciones. Por este motivo, los más pequeños han recibido semanalmente las visitas de los embajadores de numerosos países del mundo. Además, este grupo ha realizado otras actividades, como las visitas a distintas granjas de Baltanás, a la biblioteca, al parque de bomberos, a la ermita de Nuestra Señora de Revilla o al Museo del Cerrato Castellano.

Además, han visitado otros espacios, como los parques de la localidad, las piscinas o las bodegas, donde han almorzado siguiendo la costumbre de los más mayores. Pero no solo han visitado lugares, sino que a lo largo de dos meses han realizado numerosos talleres de cocina, juegos autóctonos, bailes, manualidades y muchas otras cosas. De hecho, cada niño ha escrito un final al cuento que ha guiado todas las actividades del verano. «Estamos muy agradecidas a todas las personas que han colaborado de manera desinteresada con nosotras, pues nos han abierto sus puertas para enseñarnos sus animales, las bodegas y muchas otras cosas. Además, quiero agradecer especialmente la colaboración de nuestras embajadoras, Cristina Pérez y María Usano, que semana tras semana han mostrado su entusiasmo con este proyecto. Y también a Gloria Abarquero y Ana María Cepeda, que han sido las encargadas de maquillar a las embajadoras», señaló Ana Díez.

El grupo de niños de 7 a 12 años ha estado coordinado por Verónica Álvarez Diago y han realizado también numerosas actividades. Talleres de máscaras, pulseras de hilo, carteras, tatuajes, camisetas teñidas, así como numerosos juegos han permitido a los niños vivir un verano inolvidable. Además, este grupo ha visitado numerosos lugares de la localidad, como la fuente de La Cobata, la ermita de San Gregorio, las bodegas, las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en el polígono industrial, el Cuartel de la Guardia Civil, el parque de bomberos, la piscina, la panadería y otros espacios emblemáticos de Baltanás.

Fotografía, bailes y teatro

También han promovido un concurso de fotografías del pueblo y de dibujos, con numerosa participación de los niños de la Escuela de Verano. Además, con motivo de la fiesta que ofrecieron para todos los baltanasiegos, este grupo preparó varios bailes y una obra de teatro. En julio, los niños profundizaron en los Juegos Olímpicos y Grecia, mientras que en agosto trabajaron sobre Egipto. «Estamos muy satisfechas con la implicación de los niños y de los padres . Han sido dos meses muy intentos y hemos aprovechado muy bien el tiempo», manifestó Verónica Álvarez, monitora de este grupo.

La Escuela de Verano ha contado con más de un centenar de matriculados entre los meses de julio y agosto, lo que refleja la importancia de mantener una actividad de estas características.

La sede de los dos grupos ha sido el antiguo edificio de San Juan de Dios, anexo al Museo del Cerrato Castellano. Para finalizar y despedir esta actividad estival, todos los niños y sus padres vieron un montaje de imágenes de los dos meses del verano, se llevaron las orlas de recuerdo y celebraron una fiesta de fin de curso. El deseo de los más pequeños fue unánime: encontrarse de nuevo el verano que viene.