Empate y cuatro puntos

Dos partidos, cuatro puntos, tres goles a favor y ninguno en contra; y eso que ha tenido enfrente a rivales de enjundia como el Real Valladolid B y el Real Ávila. Esa es la realidad que dicta la clasificación para el CD La Granja y la lectura más positiva. Eso no se puede rebatir ni admite discusión. Quién se lo iba a decir al conjunto granjeño... Claro que también hay que tener en cuenta otro factor y es que el equipo de José Luis Fernández todavía no ha conseguido ver portería. Los tres goles y la victoria que tiene ha sido consecuencia de la esperada decisión del Comité de Competición por una alineación indebida del Real Valladolid B. El punto que consiguió ayer frente al Real Ávila, no; ese ha sido muy trabajado en el terreno de juego porque el Ávila es el Ávila, y si todavía sigue un tanto dormido (se nota que es un equipo en construcción), mejor que no haya despertado en este encuentro. Y eso que también está muy necesitado.

Ya los tiene en la bolsa, a buen recaudo, no se los quita nadie, aunque quizás por esa razón el conjunto de José Luis Fernández salió desde un principio queriendo demostrar que también los sabe ganar en el campo, aunque enfrente tuviera a un rival de la talla del conjunto abulense.

Decía el técnico del conjunto segoviano que le preocupaba la falta de acierto ante la portería contraria. Ayer volvió a fallar unas cuantas y muy claras. Los poses fueron unos enemigos insalvables. Saúl se llevó las manos a la cabeza en tres ocasiones. En la primera, entre Félix y el poste desbarataron su remate; en la segunda, ganó la espaldas a la defensa visitante, elevó el balón por encima del meta Félix, pero se encontró con la oposición del larguero. Le volvió a suceder en la segunda parte y con el mismo resultado. Como para no desesperarse...

Yiyo

Y si bien es cierto que pudo haber ganado, también pudo haberse ido con otra cara. Y eso se lo debe a su guardameta Yiyo, que realizó una parada espectacular en la primera parte en un alarde de reflejos a lanzamiento de Peña, y estuvo muy seguro también en la segunda, cuando el Real Ávila estiró líneas. Estuvo muy atento; al rival y también a sus compañeros porque estuvo providencial en un remate de su compañero Lamas.

Al margen del resultado, y aunque no consiguió marcar, la impresión que da el conjunto granjeño es la de ser un equipo muy ordenado, con las líneas muy juntas. Mientras tiene fuelle, es un equipo sólido. Ya solo le falta tener ocasiones y por supuesto, marcarlas. Claro que eso sería lo ideal y si lo cumple... aunque como dijo tras el partido José Luis Fernández, ya llegarán los goles. Normal, queda todo un mundo por delante.

Fue el conjunto granjeño el que trató de llevar la iniciativa, pero sin crear peligro ante la portería defendida por Félix. El conjunto abulense también trataba de estirarse, pero se estrellaba ante la ordenada defensa del conjunto granjeño, que desbarataba una y otra vez cualquier envío a su delantero Gustavo, muy bien marcado por los defensores locales.

La ocasión más clara fue para Peña, pero su lanzamiento se fue alto, como también lo fue de Saúl, pero entre el palo y Félix desbarataron sus intenciones. El jugador granjeño se llevó después las manos a la cabeza en un remate claro, ganando la espalda a la defensa, pero en esta ocasión se topó con el larguero.

Centro del campo

El conjunto de José Luis Fernández se iba imponiendo poco a poco en el centro del campo gracias a un trabajo de desgaste. Yiyo hizo la parada de noche, del partido y de la temporada a Peña. No hubo muchas ocasiones, pero sí que fueron claras. El Ávila encontró una vía de escape por su banda derecha. Con empate a cero terminó la primera parte. No es que fuera espectacular, pero la incertidumbre del resultado mantenía la emoción.

En la segunda no es que mejorara mucho el panorama, pero sí fue un partido más abierto. La primera llegada fue para el equipo abulense, aunque Yiyo volvió a estar providencial, en esta ocasión a un lanzamiento con toda la intención del mundo de Pascu. Trató de adelantar líneas el Ávila, pero como gritaba Pluma, capitán de los granjeños, la cuestión era no perder de vista el balón.

Saúl volvió a encontrarse con el larguero (a lo mejor es que las porterías del campo de El Hospital son más altas, o que se trababa de ver quién daba más veces en la madera) en una jugada en la que los locales terminaron por reclamar penalti por unas manos de un defensor visitante y mientras, en la siguiente jugada, Peña no llegó a un buen centro de un compañero.

El abulense fue protagonista en los minutos finales por una curiosa circunstancia. Recibió una tarjeta amarilla por una dura entrada a un contrario. Hasta ahí, normal, pero es que a continuación le mostró la segunda y fue expulsado. La expedición abulense se quejó al final de esta circunstancia porque al parecer el colegiado se había equivocado en sus anotaciones.

Tampoco dio para más. Estaba claro que el partido solo lo podía perder el que cometiera alguna equivocación. Ninguno lo hizo y se repartieron los puntos.