Triunfo con poco brillo

Al Quintanar le valió su mejor condición física y su mayor profundidad de banquillo para derrotar a la Victoria en un encuentro en el que llegó a ir por debajo dos veces. No fue, ni mucho menos, el mejor partido del equipo que entrena Nacho Martín. Estuvo impreciso, le costó bastantes minutos entrar en el encuentro y concedió demasiado en la primera parte a un rival que venía en una complicada situación clasificatoria. Fue un triunfo gris, con poco brillo, aunque es cierto que el Quintanar trabajó a destajo por llevarse los tres puntos.

No le quedó más remedio que sudar para lograr la victoria, ya que la Victoria se puso por delante en el primer minuto. Es imposible valorar si los segovianos salieron dormidos o no, porque la acción de los vallisoletanos fue fugaz. Pase al delantero vallisoletano Cristian en tres cuartos de campo y éste se marcha en velocidad y bate con clase al portero local. El Quintanar no acusó en exceso ese temprano varapalo y David pronto avisó de que el empate podía llegar en cualquier momento. Lo hizo en una jugada que pudo estar precedida de una falta del equipo segoviano. Luego, Joaquín cogió el balón dentro del área y no perdonó.

Parecía que con ese tanto, el Quintanar se haría con el mando del encuentro, pero no le dio tiempo. La Victoria se volvió a poner por delante gracias a un gran gol de Nacho, que enganchó un espectacular disparo desde el vértice del área ante el que nada pudo hacer Mario. Le tocó remar, de nuevo, a contracorriente al conjunto de Nacho Martín. David y Javi Sáez lo intentaron antes de que el propio Javi Sáez aprovechara una jugada de pillos de sus compañeros para poner el empate otra vez.

Ese gol pudo influir en el devenir del encuentro, pues si la Victoria hubiera llegado al descanso con ventaja, quién sabe si al Quintanar no le hubiera pesado más la responsabilidad. Sobre todo, porque en la reanudación, el juego de los segovianos seguía dominado por las imprecisiones y la poca fluidez. La mejor noticia era que la Victoria comenzaba a notar el esfuerzo realizado durante los primeros cuarenta y cinco minutos y cada vez le costaba más desplegarse hacia adelante. Javi Sáez tuvo una primera ocasión para marcar el 3-2, pero falló en el mano a mano.

Después, Nacho Martín decidió dar entrada a un hombre más ofensivo como es Luca, aunque sin variar su esquema inicial (4-1-4-1). Le dieron buen resultado los cambios. Cobi remató de forma espectacular un buen centro desde la banda derecha para poner por delante al Quintanar, que no pasó excesivos apuros en los últimos veinte minutos para certificar su triunfo.