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Antonio Bengoa, director de Relaciones Institucionales de Telefónica; el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Antonio Silván; Adrián García Nevado, director territorial para la Zona Centro, y Pedro Campos, responsable del equipo Movistar de vela.
De lo etéreo a lo concreto

De lo etéreo a lo concreto

El informe sobre la sociedad digital abruma por sus datos, pero se vuelve divertido cuando se aplica a la realidad

Eloy de la Pisa

Martes, 7 de abril 2015, 14:35

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La presentación del informe de Telefónica sobre la sociedad digital de Castilla y León tuvo muchos buenos momentos. En especial cuando Pedro Campos, responsable del equipo Movistar de vela, fue capaz de trasladar al terreno de lo cotidiano las aplicaciones de la tecnología. Animado por Joaquín Torné, director de 'El Diario de León' y moderador de la tertulia en la que también participaban el director del centro de supercomputación, Antonio Ruiz-Falcó, y el director de relaciones institucionales de Telefónica, Antonio Bengoa, Campos narró varias anécdotas a cual más divertida sobre la manera en la que se aplica a un barco todo lo que los ordenadores son capaces de hacer.

Y hay tres ejemplos especialmente clarificadores.

El primero hace referencia a la pintura del barco. Telefónica quería que la nave estuviera pintada de azul, lo que implicaba que el peso fuera 26 kilos más de lo previsto, lo que no parece importante. Pero hete aquí que el ordenador, en sus simulaciones, establece que esos kilos suponen que el barco va a tardar dos horas más en completar la vuelta al mundo, competición para la que se preparaban. Dividido por el número de etapas que tiene la competición «significaba que perdíamos 15 segundos por etapa. No parece mucho, pero hubo etapas que se decidieron por menos tiempo». Total, que tuvieron que diseñar una pintura diferente y lograron pintar el barco con solo 20 kilos.

El segundo es aún más soprendente. Un buen día al patrón del equipo se le ocurrió empezar a a cortar la parte que sobresale de los tornillos de titanio por encima de la tuerca. «Estuvo un día entero limando y cortando. Al final obtuvo 300 gramos de viruta de titanio. 300 gramos. Parece poco. Y más cuando al meter los nuevos datos el ordenador nos dice que hemos tenido una ganancia de 10 segundos por etapa». Lo que nadie podía saber en ese momento es que una de las etapas la iba a ganar el Movistart Team con 9 segundos de ventaja.

Y el tercer ejemplo. Una de las partes más determinantes de un barco es el timón. Dependiendo de su forma y de cómo ataque el agua, la nave logra mejores rendimientos. Uno de los ingenieros descubrió que la aleta dorsal del delfín era especialmente eficaz a la hora de cortar el agua. Ni corto ni perezoso se fue a un zoológico, sacó un molde de una aleta dorsal de un delfín hembra y, a partir de él, diseñó un nuevo timón. Ese diseño es el que ahora utilizan los fórmula uno de la vela.

Al final, concluyó Campos, la tecnología lo que te aporta es seguridad y capacidad de mejorar, pero no sustituye al ser humano. «Una encuesta entre los patrones de quienes competían en la vuelta al mundo a vela fijó que el elemento más determinante de todos era un trozo de lana. Es una fibra que se coloca en el palo mayor y que te avisa de los cambios de viento al instante».

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