Un centenar de profesionales del campo sale a la calle en Soria 'Por el futuro y prestigio de la profesión'

Más de un centenar de agricultores y ganaderos de Soria se han echado a la calle esta mañana para trasladar sus reivindicaciones al subdelegado del Gobierno Miguel Latorre y a la delegada territorial de la Junta de Castilla y León, Yolanda de Gregorio. Las organizaciones profesionales agrarias Asaja, Coag y Upa en Soria buscan la ayuda de ambas administraciones bajo el lema 'Por el futuro y prestigio de nuestra profesión. Que la sociedad no nos eche del campo'.

Denuncian «la grave situación de falta de rentabilidad que atraviesan nuestras explotaciones y el hartazgo ante los ataques que estamos recibiendo, diciéndonos que no cuidamos el campo y hacemos daño a la ecología y al medio ambiente», lamenta Carmelo Gómez, presidente de Asaja Soria.

Los agricultores no pueden más. Los bajos precios en origen afectan cada vez a más cultivos y los costes producción se disparan, la renta agraria cae un 9% y a esto hay que añadir las dificultades para exportar y el temido recorte de las ayudas comunitarias que planean desde Bruselas. «Estamos vendiendo al mismo precio que vendían nuestros padres, mientras que los costes se han incrementado muchísimo».

La situación de hartazgo es general. Raúl Ramírez, responsable de Upa Soria, reclama «medidas de apoyo que vengan a paliar los graves perjuicios a los que nos toca hacer frente, y si no nos hacen caso así de forma pacífica como hemos salido hoy a la calle, tendremos que ser algo más violentos y organizar tractoradas u otras movilizaciones de otro tipo».

Desde Coag, su coordinador en Soria, Vidal Cervero, reconoce que «el subdelegado del Gobierno Miguel Latorre ha entendido nuestras preocupaciones» pero considera que «tiene que ponerse en marcha verdaderas políticas de apoyo a un sector estratégico de la economía porque si el campo no produce la ciudad no come». Les preocupa los desequilibrios que aún persisten entre los distintos eslabones de la cadena en la conformación de los precios y la falta de rentabilidad que sufren las explotaciones.