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Asistencia perruna para niños con cáncer

Asistencia perruna para niños con cáncer

La fase piloto del proyecto de voluntariado con perros de asistencia en Oncología Pediátrica del hospital La Fe ha sido un éxito

redacción

Martes, 18 de octubre 2016, 20:10

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Durante un año, nueve niños ingresados en Oncología Pediátrica y siete perros han vivido una experiencia única en España: que los pequeños, de entre cuatro y trece años, que luchan contra su enfermedad encuentren la calma y entretenimiento de un animal de compañía, al que adoptan virtualmente. El programa del Hospital de La Paz se llama «Can de la Mano».

«El diagnóstico y tratamiento de cáncer supone aislamiento e interrupción de las actividades habituales del menor al tiempo que conlleva un elevado nivel de ansiedad», explica la doctora Bárbara Torres Guerola, oncóloga Infantil del Hospital La Fe «Tras finalizar la fase piloto, hemos realizado una evaluación cualitativa. Así hemos percibido que incrementa las emociones positivas tanto en los menores como en sus familiares y les ayuda a afrontar los miedos. Para el niño, el hecho de estar pendiente de la visita de la mascota genera una mejora en su estado emocional horas y días antes del propio encuentro, y en ingresos sucesivos, la visita del perro se vive como un estímulo que resta carga negativa a la hospitalización».

También los niños están contentos con la experiencia. Elisa Tomás, madre de Júlia, de 4 años, dice que «los encuentros de Júlia con Alma son un importante aliciente que hace más tolerable la hospitalización. Júlia se emociona y pasa el tiempo preguntando cuándo viene y lo bien que se lo pasa con ella».

Antes de pisar el suelo del hospital, los perros cumplen con todos los requisitos legales establecidos en cuanto a educación canina, higiene y salud veterinaria y están reconocidos como perros de asistencia por la Generalitat valenciana, y van junto a sus guías, después de haber sido adiestrados 6 meses para que se familiarice con el centro hospitalario.

«Los perros que participan en este programa deben ser dóciles y tranquilos», explica Víctor Caballero, titular de la Escuela de Educación y Adiestramiento Canino Argos de Nules (Castellón). «Se deben caracterizar por ausencia total de agresividad o comportamientos dominantes y deben de haberse criado y socializado en un entorno familiar».

Los niños le ponen un diez a la actividad. «Poder acercarse a un perro y acariciarlo supuso un gran aliciente para mi hija, ya que por su enfermedad no tiene un acceso fácil a las mascotas», asegura Miguel Serra, el padre de Sara, de 8 años. «Fue un rato muy placentero y agradable, que además posibilitó desengancharse del gotero y poder moverse libremente alrededor de la mascota, con la que se divirtió mucho. Estuvo preguntando toda la tarde que cuándo venía y el encuentro le produjo un subidón, que contrastaba con su apatía y aburrimiento durante el resto del ingreso. Personalmente, creo que esta actividad supone un aliciente y una distracción en su tratamiento, ya que le aporta unas dosis de ilusión ante la cita y de evasión durante la misma, muy reconfortantes para su estado anímico».

Las entidades colaboradoras en el proyecto son, además de la escuela de adiestramiento canino, el Hospital Veterinario Valencia Sur, Maskokotas, Clínica Veterinaria Tucán, Asociación Amics de la Música de Palma de Gandia, Asociación Española contra el Cáncer y Laboratorios Merial, y fue recientemente presentao por la consellera de Sanitat Universal i Salut Pública, Carmen Montón.

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