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Niños en los pasillos de un colegio.
La obesidad infantil se combate desde la escuela

La obesidad infantil se combate desde la escuela

Un estudio demuestra la efectividad de los programas en los centros de enseñanza para reducir el sobrepeso y la obesidad en los niños

REDACCIÓN

Domingo, 22 de junio 2014, 20:00

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La prevalencia de obesidad ha aumentado considerablemente, especialmente entre los niños, que se están adaptando a un estilo de vida excesivamente sedentario, dedicados a mirar la televisión y jugar a videojuegos, en detrimento de la actividad física. Para cambiar esta tendencia y generar hábitos alimentarios y de vida más saludables, los investigadores de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la URV, el Hospital Universitario Sant Joan de Reus, el Centro Tecnológico de Nutrición y Salud y la Universidad Autónoma de Barcelona, han puesto en marcha un proyecto que ha logrado reducir la prevalencia de la obesidad se ha reducido en un 2,36% en los niños y un 1,66% en las niñas, después de 28 meses de intervención, con una muestra de más de mil pequeños de escuelas de Reus.

Objetivos del estudio

Los investigadores buscaban cumplir con tres objetivos: uno, promover actividades en las escuelas para concienciar a los niños y sus padres de la importancia de tener unos buenos hábitos alimentarios. Dos, concienciar que la actividad física diaria mejora los estilos de vida. Y, tres, reducir la prevalencia de la obesidad entre la población infantil.

Después de aplicar esta filosofía, mediante la participación de otros escolares como promotores y de comparar el grupo de intervención con otro de control, se logró reducir la prevalencia de obesidad, especialmente en los niños, donde se observó un crecimiento de la prevalencia entre el inicio y el final del estudio del 2,03% en el grupo de niños que no habían recibido la intervención y una reducción del -2,36% en el grupo la recibió. Entre las niñas se observó también un decrecimiento de la prevalencia de obesidad más acentuado en el grupo que recibió la intervención: -1,66% de decrecimiento entre las niñas que habían recibido la intervención y un -1,03% en el grupo que no la recibió. Esta variación de resultados entre los niños y las niñas se podría explicar porque los cambios fisiológicos aparecen antes en las niñas y más tarde en los niños, según los investigadores. La media de edad era de 8,4 años.

A los participantes se les medía, tanto al inicio del programa como al final, el índice de masa corporal que permite hacer la clasificación en infrapeso, normopeso (peso considerado adecuado), sobrepeso u obesidad. Además se hicieron encuestas de hábitos alimentarios y de estilo de vida, que rellenaron las familias al inicio y al final del estudio.

Control de los factores de riesgo

Otro objetivo del estudio consistió en diseñar estrategias para minimizar los factores que se asocian a un mayor riesgo de obesidad, para lo que se detectaron estilos de vida que se pudieran considerar factores de riesgo para desarrollar obesidad infantil. Por ejemplo, el consumo de dietas poco equilibradas, o llevar una vida sedentaria. Los resultados muestran que el consumo habitual de pescado es un factor protector contra la obesidad, mientras que comer a menudo en restaurantes de comida rápida es un factor de riesgo que facilita su aparición, aseguran los investigadores, cuyo equipo fue coordinado por Montse Giralt, de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la URV, y Rosa Solà, de la misma facultad e investigadora también del Hospital Universitario Sant Joan de Reus.

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