Píxeles ochenteros
El estudio español Fourattic ha hecho su particular homenaje a los 80 con 'Crossing Souls, un videojuego cargado de guiños a la época
eDUARDO M. ESPALLARGAS
Sábado, 17 de febrero 2018, 13:35
Hemos llegado a un punto en el que homenajear los años 80 no es novedoso, y es que son continuas las referencias a esta época. La década de Ronald Reagan, el tecnopop o 'E.T El extraterrestre' está de moda, y eso obliga a esforzarse al máximo para expresar tu particular ataque de nostalgia de manera, al menos, diferente. El estudio sevillano Fourattic lo han querido hacer, y el resultado no es otro que 'Crossing Souls', un título que piropea a aquella época con un sinfín de guiños a las películas y videojuegos de entonces.
El videojuego cuenta la historia de Chris, Matt, Charlie, Big Joe y Kevin; cinco amigos de un tranquilo pueblo californiano que un buen día verán sus apacibles vidas alteradas. Una extraña tormenta ha puesto patas arriba la rutinaria vida de la localidad y, para más inri, Kevin ha hecho un descubrimiento increíble que merece la reunión de todos ellos en su famosa cabaña del árbol. Por supuesto, la historia se enmarca en el año 1986, y comienza cuando Chris recibe una llamada de Kevin y decide reunir al resto de amigos para descubrir qué trama su hermano.
Quizás lo primero que haya que mencionar de 'Crossing Souls' es su estilo artístico, que aplica la técnica píxel art y que le sienta como anillo al dedo. Con unos coloridos y simpáticos diseños, el jugador se encontrará ante un mundo completamente nuevo que le pide a gritos exploración. El juego está tan plagado de detalles curiosos que cualquier rincón es interesante para investigar, más si tenemos en cuenta que los guiños cinéfilos rondan por doquier. De esta forma, los personajes se van introduciendo poco a poco y cada uno cuenta con sus propias habilidades para enfrentarse a los distintos desafíos. Chris, por ejemplo, es ducho en el combate con su bate de béisbol y puede trepar; y Matt, el cerebrito, cuenta con una pistola láser y unas zapatillas especiales que le permiten planear unos segundos.
Variedad de perfiles para afrontar una serie de problemas que irán in crescendo a medida que avanza la aventura, y es que el gran descubrimiento de Kevin es un artefacto mágico que permite al grupo de amigos viajar entre dos planos: el de los vivos y el de los muertos. Tenemos pues a un grupo de intrépidos jóvenes a los que la curiosidad les ha metido en líos en plenos ochenta. ¿Les suena? Los Goonies (1985), Gremlins (1984) o incluso la actual Stranger Things, que es a su vez un homenaje a esta época. Cabe destacar que pese a que la premisa está un poco manida y los diálogos están algo faltos de vida, el humor ochentero y las variadas referencias funcionan a la perfección.
Ahora bien, uno de los principales problemas de 'Crossing Souls' es la manera en que pierde ritmo de manera que, una vez muestra sus cartas, se muestra algo repetitivo. Quizás un gran acierto hubiese sido mantener esa sensación de 'mundo abierto' que muestra la parte inicial, aunque también es cierto que el juego ofrece grandes momentos a lo largo de su aventura. Mención especial merecen unos jefes finales que recuerdan a los videojuegos más clásicos, esos en los que para avanzar de fase debías vencer a enemigos más poderosos. Se nota trabajo tras ellos, así como en algunos rompecabezas que presenta el juego, especialmente aquellos en los que está incluido viajar al mundo de los muertos.
El juego se basa principalmente en avanzar en pos de diferentes objetivos mientras alternamos entre los personajes para superar cada obstáculo, ya sean combates o momentos más plataformeros. Esa es la gran esencia de un videojuego que hará las delicias de los más nostálgicos, por supuesto, pero que también funciona como aventura de corte clásico. El control, eso sí, se hace algo tosco en algunos momentos, especialmente por ejemplo en las que hay que saltar entre plataformas para alcanzar un punto concreto.
En conjunto, estamos ante un trabajo más que digno para un pequeño estudio de cuatro integrantes que han sabido poner todo su cariño en este lanzamiento. Un mimo que desprende 'Crossing Souls' y que, pese a sus peros, funciona como ese homenaje ochentero que pretende ser. Mención especial a una banda sonora de ensueño que te transportará a esas películas de éxito de hace décadas.