Las pesonas, patrimonio natural

Hay empresas cuya rentabilidad va mucho más allá de generar actividad y crear empleo. Lo sabe bien Francisco Fernández de los Ojos, cuyo proyecto (Serviolid) da trabajo a 30 personas con discapacidad mental. Francisco tiene claro que «invertir en una persona no es perder dinero, es reinvertir en la sociedad». Y esta filosofía es aún más evidente cuando se trata de gestionar el futuro laboral de quienes están en las orillas del mercado de trabajo. Y que muchos se acabarían 'ahogando' en el rechazo si no hubiera empresas como la suya.

Este ingeniero forestal conoció el Programa Incorpora hace 10 años. Tiempo de trabajo en Patrimonio Natural, haciendo lo que más le gusta: mejorar espacios naturales en los que las personas que le llegaban de los programas de inserción laboral hacían un buen trabajo. Ahí se juntaron dos líneas de actuación social: cuidado de la naturaleza y personas con discapacidad. «Pensé que podíamos aunar ambas y crear algo con futuro».

El resultado es una empresa de servicios que funciona como un centro especial de empleo desde 2002. «Empezamos con jardinería y hoy somos una empresa total que nos adaptamos a la demanda de nuestros clientes». Albañilería, construcción, limpiezas... Francisco dirige un equipo que es como un pequeño 'ejército' profesional. Su oficina parece un cuartel general con cuadrantes y teléfonos que no dejan de sonar para atender peticiones e, incluso, urgencias. «Nunca olvidamos que esto es un negocio. Y que debe ser rentable para invertir en formación de la gente y que seamos cada vez mejores», resume.

Lejos de la voracidad empresarial, a Fernández casi ni le preocupa «si alguien aprende tanto que se va a otra empresa porque mejora sus condiciones». Economía social de la buena.