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Vicente Álvarez posa para la entrevista. RODRIGO UCERO

Vicente Álvarez | Novelista y escritor. Columnista de El Norte con 'El Faro de Aqualung'

«Cuando escribimos queremos que siempre haya al otro lado alguien que nos lea»

Admite que, al cumplir veinte años opinando en El Norte de Castilla, mira atrás y piensa: «¡Que me quiten lo 'bailao'!

J. I. Foces

Valladolid

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Domingo, 2 de abril 2023, 00:38

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Elige para la entrevista el lugar donde trabaja, el Centro Buendía, sede del Servicio de Publicaciones de la Universidad de Valladolid, y más concretamente, el sótano donde se apilan miles y miles de libros. Entrar en este espacio mueve una emoción similar a la que tuvo que sentir Guillermo de Baskerville, el franciscano protagonista de 'El nombre de la rosa', de Umberto Eco, al entrar por primera vez en la biblioteca de la Abadía de Melk.

Este de Buendía (Calle Juan Mambrilla de Valladolid) es el ecosistema vital en el que se desenvuelve el día a día de Vicente Álvarez, columnista de El Norte de Castilla de acreditada solvencia literaria, de envidiable bonhomía y de inigualable capacidad para crear columnas de opinión, haya Seminci o no, que son auténticos faros para el criterio cultural que ayuda a forjar en los lectores del diario decano de la prensa en España.

-¿Por qué 'El Faro de Aqualung?

-Soy un fanático de los faros, me entusiasman. Y Aqualung es el heterónimo de Ian Anderson, el cantante de Jethro Tull, que también me apasiona. ¡Quién me iba a decir a mí que años después iba a escribir la biografía oficial de Jethro Tull!, publicada precisamente con el título de 'Jethro Tull y el Faro de Aqualung'.

-¿El columnista sin lectores se asemejaría a la vida sin música?

-No concibo la vida sin música y me imagino que cuando escribimos queremos que siempre haya al otro lado alguien que nos lea. Cuando lanzas una botella al mar, siempre quieres que haya alguien que la recoja y lea el mensaje que hay dentro de ella.

-¿El columnista cuánto tiene de solista?

-El acto de escribir requiere mucha soledad, mucho ensimismamiento, es un poco como un sacerdocio.

-¿La partitura de su opinión siempre la compone usted o se ve influido?

-Precisamente cuando entra el tema de la actualidad eso te condiciona. Cuando empecé era más ingenuo y quería luchar contra molinos de viento y entraba en algunos temas como un Miura. Ahora he cambiado y prefiero escribir más desde el entusiasmo que desde la rabia.

-¿Y el ritmo cómo se lo marca?

-Supongo que a veces por la intuición, otras veces por el propio calendario.

-¿Su particular pulmón de agua dónde lo recarga?

-La felicidad es lo que te hace buscar las cosas más hermosas. Yo la intento buscar y siempre la encuentro en los libros.

-¿El novelista que es suele acompañar al columnista que encarna?

-Casi todas mis novelas están llenas de referentes culturales, llenas de canciones,de música, de libros...

-Titule la película de su faceta de columnista.

-El sherrif Will Kane, de 'Solo ante el peligro'.

-Veinte años opinando en El Norte. ¿Que le quiten lo 'bailao'?

-¡Uf! ¡Veinte años ya! Pues sí, ¡que me quiten lo 'bailao'!

-¿Cómo se ve de columnista cuando sea mayor?

-Pues dentro de cien años, es decir, pasado mañana, me veo encerrado en un faro, escribiendo mucho, leyendo el millón de libros que tengo pendientes, mirando al mar y escuchando música de Ennio Morricone.

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