El emprendimiento, su salvavidas

Conoce las dos caras de la moneda. A lo largo de su vida Verónica Manzano, mujer emprendedora, ha pasado de vivir en un mundo sin complicaciones a convertirse en el pilar fundamental para sustentar a su familia. Se casó joven, a los 18 años, es madre de cuatro hijos y nunca tuvo la necesidad de trabajar porque el empleo de su marido podía permitirle dedicarse al cuidado de la familia.

Un despido de trabajo y la situación de paro de larga duración truncaron su idílica vida en la que nunca faltaron las comodidades. Ha vivido en sus carnes lo que se siente cuando pierdes tu casa y la enfermedad se instala en tu entorno familiar. A pesar de todo ello, Verónica ha visto la luz al final del túnel gracias a su optimismo, al apoyo familiar y al emprendimiento.

Preocupada por la falta de ingresos y sintiendo la necesidad de que debía poner solución aquella nefasta situación no dudó en ponerse manos a la obra para montar el negocio que ahora es su salvavidas. Con la ayuda de la Asociación El Puente y el Programa Incorpora de la Fundación La Caixa, proyectaron un plan de viabilidad para instalar un kiosco en la calle Rastrojo de Valladolid.

El kiosco La Tribu no es un negocio al uso, se basa en varias líneas de trabajo: además de vender productos alimenticios, cuenta con un horno de punto caliente y es punto de recogida de Wish. Como emprendedora que es, Verónica es inconformista y está pensando en nuevas ideas que incluir en su establecimiento. «Voy a adquirir la licencia de lotería e instalaré una máquina de 'vending' que permita funcionar al negocio cuando esté cerrado», explica con entusiasmo.

Enérgica y segura, Verónica Manzano no duda en animar a aquellos que tienen dudas a la hora de emprender. «No hay que darse por vencida, si tú misma no logras verlo, siempre hay alguien dispuesto a ayudarte».