Descubrir el talento

u mente está entrenada aunque su profesión tiene un salario emocional. Carmen Muñumer trabaja como psicóloga desde el año 2006 en Procomar Valladolid Acoge, asociación integrada en la Red Incorpora de la Fundación La Caixa. A sus 46 años su desarrollo profesional ha estado ligado a proyectos de ayuda social, acompañamiento e inserción laboral, unas funciones que le han dejado la huella de historias, rostros, empresas y familias que nunca olvidará.

Trabaja con las dos caras de una misma moneda; las empresas y las personas. Con las primeras, busca crear un vínculo laboral. A las segundas ofrece apoyo y ayuda para descubrir cuál es el talento que les abra la puerta al mercado laboral.

Carmen lucha por brindar oportunidades. «Ayudamos al colectivo inmigrante en todo lo que podemos. Hay gente muy cualificada y otras personas que no han tenido acceso a la formación. Mediamos en el desarrollo de sus perfiles para crear sus currículums y en el envío, esos que en su mayoría se entregan de forma digital», explica.

Otro de los valores que promueven en Procomar Valladolid Acoge es la mejora de las personas a través del empleo. Por ello, desde la asociación realizan un seguimiento tanto con la empresa como al empleado para comprobar que las expectativas de trabajo se cubren por ambas partes.

Durante el estado de alarma, desde Procomar Valladolid no han cesado en cumplir sus funciones e incluso han ido más allá. Carmen cuenta que a lo largo de esos días el teléfono «ardía». Las dificultades de algunas personas al acceso digital han sido una de las brechas que más diferencias sociales han generado. «Hemos realizado turnos presenciales en la oficina para que nadie se quedase atrás. También llamábamos a los beneficiarios que estaban solos, simplemente para ofrecer acompañamiento. No nos hemos olvidado de las empresas, ellas también lo han pasado mal. Y nosotros hemos revisado nuestro trabajo para informar mejor a nuestros beneficiarios», manifiesta.

Detrás de estos años de trabajo, Carmen guarda en su recuerdo todas las experiencias que le han enseñado a construir su propia vida, intentado separar la delgada línea entre lo personal y profesional.