El bombero que caza serpientes
Más que extinguir incendios, en Tailandia estos profesionales atrapan serpientes. En los últimos meses, más de cien
Los bomberos de Bangkok (Tailandia) invierten más tiempo atrapando serpientes que aplacando incendios. Los reptiles buscan sus madrigueras en escondrijos de muchos hogares de la ciudad.
Los jardines o los baños en temporadas de lluvias son sus hábitats. El año pasado, el personal encargado de luchar contra los desastres recibió 37.000 notificaciones de vecinos que dijeron haber visto a estos animales arrastrándose por sus casas.
Una enfermedad desatendida
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 2,7 millones de personas sufren cada año un ataque de serpientes venenosas. De ellas, unas 100.000 mueren y otras 400.000 arrastran graves secuelas. El organismo internacional incluye las mordeduras de ofidios dentro de las enfermedades desatendidas. La mayoría de las mordeduras acontecen en zonas rurales y aisladas de África, Asia y Latinoamérica.
En los últimos meses, más de cien serpientes han sido avistadas cada día, en contraste con los uno o dos incendios a que tienen que hacer frente a diario las brigadas de extinción de fuegos.
Rastreador
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10.000 serpientes ha atrapado el bombero Pinyo Pukpinyo durante los 16 años que lleva haciendo esta peligrosa tarea. Caza unos 800 ejemplares cada año, de los cuales un 70% son pitones no venenosas, mientras que el resto son cobras y otras especies que sí lo son. Curiosamente, en su tiempo libre en la estación de bomberos, Pukpinyo cuida a las serpientes capturadas y las alimenta.
El bombero Pinyo Pukpinyo se acerca con sigilo a una pitón enroscada en las vigas de una vivienda en Bangkok, y rápidamente le agarra la cabeza con sus manos, sin necesidad de guantes. «Necesito permanecer quieto y tranquilo», dice a Reuters el hombre, de 50 años, mientras tira de la gruesa serpiente, de casi cinco metros de largo, desde el techo y la mete en un saco de arroz.
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