Advierten de los efectos del glutamato: así consiguen que comas más
Los expertos no se atreven a afirmar que su consumo produce efectos nocivos sobre la salud, pero sí que inhibe la sensación de saciedad
aida ortiz
Madrid
Jueves, 19 de julio 2018, 19:17
El E-621, más conocido como glutamato monosódico, se encuentra en muchos alimentos como los aperitivos, y es el responsable de que no podamos dejar de comerlos. Según diversos estudios, se trata de un aditivo que potencia el sabor de los alimentos y que, por tanto, provoca adicción, informa Ideal.
Fue en los años 80 cuando se alertó por primera sobre los peligros del glutamato. Un estudio publicado en la revista 'Nature' hizo referencia al «síndrome del restaurante chino», una especie de intolerancia a este aditivo que sufre el 1% de la población. Por tanto, la investigación puso en el ojo del huracán, por primera vez, al glutamato monosódico.
Sin embargo, ha sido en los últimos años cuando se ha reabierto el debate y se ha condenado a este ingrediente, llegando incluso a crearse peticiones para solicitar su prohibición en la elaboración de los alimentos. Los argumentos de sus detractores se basan en los efectos secundarios que el glutamato supuestamente puede provocar en quien lo consume: autismo, demencia, asma, hiperactividad y desórdenes en el comportamiento de los más pequeños.
Estas afirmaciones están avaladas por distintos estudios, como el publicado por la Universidad Hirosaki (Japón), que apunta a que el consumo de glutamato monosódico puede provocar casos de ceguera. Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), la cantidad máxima de glutamato diaria se sitúa en 30 miligramos por kilo de peso corporal, una cantidad muy inferior a la que realmente consumimos diariamente. Es por este motivo que la EFSA ha recomendado la revisión de los niveles de glutamato en los alimentos procesados.
¿Dónde está presente?
Este potenciador del sabor suele estar presente en alimentos procesados, pero también lo encontramos de forma natural en alimentos como el roquefort, el parmesano, las nueces, los champiñones, los tomates e incluso la carne.
¿Por qué reducir su consumo?
Aunque los expertos no se atreven a afirmar que su consumo provoca efectos nocivos en la salud, sí apuntan a que el glutamato inhibe la sensación de saciedad, provocando la ingesta excesiva de los alimentos que lo contienen. Un hecho preocupante, teniendo en cuenta los niveles de obesidad que presenta la población mundial en la actualidad.