La Soledad de Marinas brilla en San Millán al caer la tarde

La parroquia de San Millán puede presumir de tener dos de las imágenes más hermosas de la Semana Santa castellana y leonesa. Son la Soledad al Pie de la Cruz y el Santísimo Cristo en su Última Palabra. Fue el legado que el escultor Aniceto Marinas (1866-1953) dejó a su querido barrio de San Millán, donde nació. El artista donó la Virgen en 1930, el mismo año en que se fundó su cofradía titular, y el Cristo en 1947, apenas seis años antes de su muerte.

En la tarde noche de ayer, ambas imágenes volvieron a brillar durante la procesión que sirvió para trasladarlas a la Catedral, de donde hoy partirán formando parte de la Procesión de los Pasos. Todos los miembros de la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad al Pie de la Cruz y el Santísimo Cristo en su Última Palabra se volcaron en la procesión del Jueves Santo, que recorrió varias calles del barrio antes de enfilar hacia la Plaza Mayor. Todavía era de día cuando el cortejo partía del atrio de la iglesia que linda con la Travesía de los Pelaires y descendía por la calle Hermanos Barral. La banda de cornetas y tambores de la cofradía ponía la música, aunque el silencio reinó en los primeros metros del trayecto.

Escoltados ambos pasos por agentes del Cuerpo Nacional de Policía, la procesión cruzó la plaza de San Millán y giró por la calle de Carretas, junto a la Casa del Crimen, para volver a subir por Hermanos Barral y encaminarse a la calle de Santo Domingo de Silos por la Travesía de los Pelaires. Una multitud aguardaba en la avenida de Fernández Ladreda, que a esa hora de la tarde estaba intransitable. Los cofrades de San Millán visten túnica granate, capa blanca, cinto blanco colgando por la parte derecha y capuz blanco. La imagen del Santísimo Cristo en su Última Palabra iba adornado con rosas rojas, mientras que la Soledad marchaba exornada con rosas blancas.

Esta es una de las agrupaciones con más solera de la Semana Santa de Segovia. La cofradía se constituyó el 16 de abril de 1930, en torno, precisamente, a la imagen que Marinas donó en primer lugar: la Soledad al Pie de la Cruz. Según revelan las actas de constitución, los gastos derivados del traslado y la recepción de la imagen, así como de su preparación para la salida en procesión fueron sufragados mediante suscripción popular entre los feligreses de la parroquia y otros segovianos vinculados al barrio. Al día siguiente, 17 de abril, Jueves Santo, la imagen de la Soledad al Pie de la Cruz, acompañada de toda la feligresía del barrio de San Millán partía hacia la Catedral para participar al día siguiente en la Procesión de los Pasos, es decir, tal y como se hizo ayer. Fue un acontecimiento de primer orden en la ciudad. Detrás de la Imagen iba Valentina Merchán, la esposa del escultor, y en la presidencia, con toda la junta directiva de la nueva Cofradía de la Soledad, el propio Aniceto Marinas. La prensa dejó testimonio de aquel primer traslado: «La imagen fue conducida sobre un chasis, admirablemente acondicionado, y alumbrado con potentes focos eléctricos, que reflejaban su luz sobre la cara de la Virgen y las tallas de los cuatro evangelistas que figuran en los ángulos de las andas ejecutado por los industriales señores don Ángel Pulido y don Pablo López con todo entusiasmo y gran desinterés», narró El Adelantado.

Toda Segovia admiró aquel día de 1930 la hermosura de la imagen realizada por Marinas. La talla está realizada en madera de cedro policromada. Su peso con andas ronda los 1500 kilogramos. Los expertos consideran que en esta escultura subyace el respeto del escultor al rigor histórico: la Virgen parece tener unos cincuenta años, es decir, la edad que María debía de tener cuando crucificaron a su Hijo. La imagen fue seleccionada para tomar parte en la exposición El Árbol de la Vida, que la Fundación Las Edades del Hombre organizó en la Catedral de Segovia en el año 2003.

La cofradía de San Millán celebra hoy, a partir de las 11:00 horas, un vía crucis penitencial, entre la iglesia parroquial y los Altos de la Piedad. En este caso, la imagen que procesiona es la de Jesús Nazareno, que se venera en la iglesia de San Clemente de Segovia.