Apoteosis mística en la huerta
Cientos de personas acompañan el Vía Crucis de los Padres Carmelitas, a la luz de las velas y los lucernarios, en una de las insignias de la Semana Santa de Segovia
Carlos Álvaro
Jueves, 24 de marzo 2016, 11:30
Con la imponente silueta iluminada del Alcázar, la Muralla, la Catedral y el recinto histórico de Segovia como colosal telón de fondo, el Vía Crucis de la Junta de Cofradías en la huerta de los Padres Carmelitas de Segovia volvió a reunir a centenares de personas en el anochecer del Miércoles Santo, guiadas por las llamas de las velas y de los lucernarios encendidos en cada estación.
Los participantes completaron un año más la angosta subida que caracteriza este recorrido. Un camino rodeado de vegetación desde el que también se puede disfrutar de una maravillosa panorámica de las iglesias de la Veracruz, San Andrés y San Esteban mientras se acompaña al Cristo de la Buena Muerte. Una talla de autor anónimo del siglo XVII que habitualmente se encuentra en la capilla del Cementerio de Segovia y que también fue empleada el pasado sábado en otra de las procesiones que organizada la Junta de Cofradías.
Un silencio respetuoso preside lcada paso para andar el relato de las catorce estaciones y se ofrecen ejemplos de solidaridad, compasión y sacrificio por los demás. Participan matrimonios, padres con sus hijos, jóvenes y personas mayores, que terminan dibujando una fila de la que no se divisa el final. El recogimiento y la oración marcan el paso de cada una de esas personas que se suman al camino, informa Ical.
Este vía crucis por la huerta de los Padres Carmelitas -donde pasó sus últimos años de vida San Juan de la Cruz- constituye desde hace años uno de los principales atractivos de esta Semana Santa de Segovia que busca su declaración como Fiesta de Interés Turístico Nacional. Pocos reclamos mejores para la consecución de ese objetivo que esta senda de devoción con el Alcázar y la Catedral vigilantes en el horizonte.