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Viernes, 19 de abril 2019, 18:02
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La incesante lluvia se encargó de aguar la solemne procesión del Silencio y Penitencia, que tenía que salir a la una de la madrugada de la capilla de los nazarenos.
Los augurios, teniendo en cuenta las predicciones meteorológicas, no podían ser peores, y las previsiones se confirmaron. Por ello, y por segundo año consecutivo, la capilla de los nazarenos acogió un breve pero emotivo acto, en el que los hermanos cargaron el paso de 'Nuestro Padre Jesús Nazareno', apodado 'El Viejo', dentro de la capilla.
La ilusión de los cofrades tuvo que verse limitada a la contemplación en el interior de la capilla del afamado paso, obra de Tomás de Sierra de 1717, que pudo admirarse desde la calle, ya que las puertas estuvieron abiertas a esa hora de la madrugada.
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