Villacastín: La villa romana donde durmió Napoleón

Historia y patrimonio van unidos a Villacastín. La época de esplendor fue el siglo XVI, pero la arqueología remonta el poblamiento a la Edad del Bronce, con indicios de presencia humana en el Pleistoceno medio (entre 1,6 millones de años y 10.000 años). La etimología del nombre lleva a la hipotética villa romana propiedad de Castin (de latín Castinus- Castini) que nunca ha sido hallada. La permanencia del nombre en el sigloVIII demostraría, según el catedrático Ángel Barrios García, que no se despobló a la llegada de los musulmanes.

Destaca la importancia de las dos vías de la Mesta para la trashumancia de las ovejas merinas. El recuerdo de ese paso es el Puente de las Merinas, donde procedían al recuento de las ovejas que dieron prosperidad a 'Villa Castín' y propició la construcción de la iglesia parroquial de San Sebastián. Los grandes propietarios de ganado construyeron casas para controlar su negocio. Aún se conservan portadas con emblema heráldico. Otras se vendieron, como la que forma parte del primer parador de España, el de Gredos, reedificada en aquel, incluidos los escudos heráldicos. Una de las superviviente es la Portada de las Estrellas que guarda el misterio de su simbolismo.

Este núcleo de familias nobles dio impulso al lugar. Construyeron a su costa un hospital para pobres y dos monasterios (uno de franciscanos y otro de clarisas) y alentaron la construcción de la iglesia, cuya traza es de Rodrigo Gil de Hontañón. El interior es de estilo gótico tardío y exteriormente renacentista. La iglesia no fue el único inmueble religioso. Se conservan cinco de las siete ermitas: Del Carrascal, del Cristo del Valle, de la Vera Cruz, de Los Esclavos y de La Caridad.

Destaca en la Plaza Mayor el edificio del Ayuntamiento, del siglo XVI con reformas posteriores.

Un potencial económico siempre ha sido la carretera N-VI, viejo Camino Real de Castilla, que ha supuesto para Villacastín un buen número de hechos históricos, como el paso del emperador Napoleón que durante unas horas tuvo instalado el Cuartel general Imperial en la casa parroquial en la que pernoctó la noche del 23 de diciembre de 1808.

En la actualidad, con la inauguración del polígono industrial vuelve a la esperanza de reactivar la economía, truncada en los años 70 por la construcción de la autopista AP-VI, que separó el paso del tráfico.