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Panorámica de la estación de Segovia, en una fotografía de 1884. Al fondo, las casas del arrabal del Mercado y la Puerta de Madrid. Martínez y Cía fotógrafos
La vieja locomotora volverá a silbar 130 años después de la apertura del tren Villalba-Segovia

La vieja locomotora volverá a silbar 130 años después de la apertura del tren Villalba-Segovia

El día de San Pedro de 1888, los segovianos recibieron entre vítores a la locomotora procedente de la localidad madrileña

Carlos Álvaro

Segovia

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Jueves, 22 de noviembre 2018, 07:50

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El pasado 29 de junio, se cumplieron 130 años de la inauguración del ferrocarril Villalba-Segovia, que suponía la unión efectiva entre Madrid y la ciudad del Acueducto a través de los caminos de hierro. Hacía algo más de cuatro años que funcionaba la línea Medina del Campo-Segovia, pero la llegada de la locomotora procedente del otro lado de la sierra de Guadarrama fue todo un acontecimiento histórico para los segovianos. Segovia era entonces un poblachón anclado en el pasado, en cuyas calles pululaban los perros y los mendigos «en número suficiente para impedir la normalidad de la circulación, y en algunas plazas los vecinos habían instalado pozos negros para su particular servicio», en palabras de Luis Martín García-Marcos. En el Clamores y en las charcas de los arrabales se lavaban ropas y utensilios, «las gallinas se cobijaban en los pisos de muchas casas y los cerdos campaban libres».

La llegada de aquella locomotora de Villalba levantó igual o más expectación que la del viaje inaugural Medina-Segovia de 1884. Era el día de San Pedro de 1888, aunque la apertura comercial de la línea se produjo el 1 de julio. Las autoridades segovianas y los periodistas madrugaron mucho, porque a las siete de la mañana ya estaban en la estación para subir al tren que había de llevarlos a Villalba, donde se reunieron con los invitados de Madrid. Dos horas tardaron en llegar y otras dos en volver. «¡Momento feliz, del que quedará indeleble recuerdo para quien de segoviano se precie, el instante dichoso de entrar el tren en las entrañas del planeta, en el túnel de Guadarrama, esperanza cumplida por los fervientes votos de dos generaciones!», decía la crónica de 'La Tempestad', semanario de la época.

Cocheras para tres máquinas.
Cocheras para tres máquinas. Martínez y Cía fotógrafos

El tren entró en la estación de Segovia a las doce y media de aquel 29 de junio de 1888. La multitud aguardaba en el andén, ansiosa por presenciar el acontecimiento. Cuando el maquinista paró, la banda de música de la Academia de Artillería tocó los compases de la 'Marcha Real' y las autoridades enfilaron hacia la Diputación, donde esperaba un suculento almuerzo. Por la tarde hubo toros, para los diestros Felipe García y José Ruiz, Joseíto, y bailes regionales en la Dehesa. Después se quemó una colección de fuegos artificiales en la misma estación y, en los días sucesivos, el Ayuntamiento y la Diputación repartieron entre los pobres 4.000 bonos de la Tienda Asilo. Tampoco faltaron las críticas. Un artículo publicado en 'El Faro de Castilla' censuró el despilfarro de los actos de inauguración, pues el banquete costó 6.000 pesetas y el espectáculo taurino, 4.000.

Pero ya se podía viajar en tren a Madrid. Y eso era lo verdaderamente importante. Los segovianos llevaban luchado por el ferrocarril desde mediados del siglo XIX, cuando vieron que sus actividades industriales empezaban a menguar. En aquel artefacto a vapor intuyeron el progreso, la prosperidad y la civilización, y compitieron con la vecina Ávila para albergar el trazado de la línea del Norte entre Madrid e Irún. La orografía benefició a los abulenses, pues su alternativa no requería la construcción de túnel alguno, y en 1855 la elección recayó en la provincia de al lado. Casi treinta años tuvieron que pasar para que Segovia quedara integrada en la red ferroviaria, periodo eterno en el que se perdió el tren del progreso. En 1884, cuando se inauguró la línea Medina-Segovia, solo Almería, Soria, Cuenca y Teruel permanecían fuera de la red de los caminos de hierro.

Recreación de aquel viaje

Para conmemorar el aniversario, el próximo 1 de diciembre, sábado, la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Collado-Villalba, en colaboración con los ayuntamientos de Segovia y Collado-Villalba, Adif, Aremaf, Renfe y la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, pondrá en circulación un tren histórico que, partiendo desde Villalba, terminará su recorrido en Segovia. La locomotora volverá, pues, a silbar a lo largo de los 62 kilómetros que tiene la línea. A las 9:30 horas, el tren, un modelo construido entre 1926 y 1930, se situará en las vías de la estación de Villalba y se hará una visita guiada. Después partirá a las 10:40, para llegar a Segovia a las 12:10. En la estación segoviana también se ofrecerán visitas guiadas a todos aquellos que quieran conocer los coches y la locomotora, hasta las 14:00 horas, y por la tarde, de 16:30 a 18:00 horas. El tren regresará a Villalba a las 18:30.

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