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Don Juan de Borbón y Doña María de las Mercedes, en una visita al restaurante Dólar de La Granja. El Norte
Veinticinco años sin el granjeño más real

Veinticinco años sin el granjeño más real

Las autoridades de la provincia asisten hoy en El Escorial, junto a los Reyes de España, a la misa en memoria de Don Juan de Borbón y Battemberg

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Martes, 3 de abril 2018, 10:25

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No fue el único miembro de la familia real nacido en el Palacio de La Granja de San Ildefonso, pero don Juan de Borbón y Battemberg, conde de Barcelona, sí fue el único de los que vieron la luz en el Real Sitio que ostentó el título de Príncipe de Asturias, recuerda el cronista oficial del municipio, Eduardo Juárez. Y también fue en vida un granjeño «que tenía a gala haber nacido en La Granja, donde pasó todos los veranos de su infancia». El hijo de Alfonso XIII, padre del rey Juan Carlos I y abuelo de Felipe VI, nació en el Palacio de La Granja el 20 de junio de 1913 y murió el 1 de abril de 1993 y su familia y las autoridades de la provincia, entre otras, asisten hoy en el Monasterio de El Escorial a la misa funeral en su memoria, pues allí, en el Panteón de Reyes, recibió sepultura quien fue heredero de la corona española pero no llegó a reinar.

La importancia de Don Juan para los vecinos de San Ildefonso descansa en la cercanía que demostró cuando volvió a visitar La Granja, en el trato alejado de protocolos y en que, como apunta Eduardo Juárez, «fue el eslabón con la monarquía en el Real Sitio durante el franquismo, porque si el general Franco elige La Granja para celebrar el 18 de Julio, la población mantuvo un nexo con la monarquía por él».

Advierte el historiador que, a diferencia de otros políticos actuales, «Don Juan sí fue un exiliado español, y siempre fue el recuerdo, la conexión con la legitimidad de la monarquía». Quizá por eso, tras romper con la dictadura de Franco y después del manifiesto de Lausana de 1945, el pueblo de San Ildefonso se lo demostró durante una visita que realizó a Riofrío. «Viene a Riofrío y decide acercarse a La Granja sin avisar; se corre la voz y cuando llega le está esperando el pueblo entero, y la gente le hizo un pasillo en su camino hasta el Ayuntamiento y después cuando pasea hasta el Palacio», comenta Juárez. Fue quizá la expresión «de la esperanza de algo nuevo», pues en La Granja y Valsaín era «la tradición que alejaba del franquismo», y los vecinos, que solían quedarse en casa cuando llegaba el general Franco, «cuando viene esta señor, se acercan».

Desde que abdicó su padre en el exilio en 1941, Don Juan siempre luchó por la restauración de la monarquía, y partir de 1973, cuando regresó de forma definitiva a España, siempre que visitaba La Granja y podía, el matrimonio bajaba a comer al restaurante Dólar. Fue cercano con los vecinos de su lugar de nacimiento con quienes compartió muchos ratos saltándose el envaramiento de las reglas de formalidad. Destaca Juárez que en alguna ocasión invitó a sus quintos a comer y «siempre llevó a gala haber nacido en La Granja y haber correteado por los pasillos del Palacio Real con sus hermanos».

También acudió «orgulloso de su procedencia» a la reunión del patronato de la Fundación Centro Nacional del Vidrio cuando fue nombrado su presidente de honor (presidencia que hoy ostentan los Reyes de España), y entonces, recuerda el cronista, «se mezcló con la gente y estuvo tomando chatos y fumando entre ella».

Además del nacimiento, Don Juan tenía el título de Hijo Predilecto del Real Sitio de San Ildefonso (también sus hermanos los infantes Jaime y Beatriz) por acuerdo del Ayuntamiento que presidía Pedro Gómez Pablos el 10 de junio de 1925. Hoy será recordado, al cumplirse 25 años de su muerte, en el funeral que oficiará el cardenal castrense en El Escorial, donde reposan sus restos bajo la lápida que tiene grabado el nombre con el que habría reinado, Juan III.

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